Los patriarcas del clan de “Los Gordos” dicen que les tocó la lotería

Los patriarcas del clan de “Los Gordos”, Juan José H.R. y Adela M.G., acusados de liderar una organización dedicada al tráfico de drogas en el poblado madrileño de Valdemingómez, han dicho hoy que el dinero y las joyas encontrados en el registro de su domicilio procedían de la lotería que le había tocado en 2003.

En el banquillo de los acusados, se sientan veintiún acusados -trece hombres y ocho mujeres- para quienes la Fiscalía pide entre ocho y veintidós años de prisión por dos delitos contra la salud pública y otros dos de tenencia ilícita de armas.

“Yo nunca he entrado en la Cañada Real”, han coincidido en señalar los líderes del clan de “Los Gordos”, quienes han asegurado que la Policía y la prensa les llaman “Los Gordos”.

Los cabecillas, que son matrimonio, han confirmado que no poseen ningún bien inmueble, ni valores, ni cuentas corrientes, al tiempo que han reconocido que se dedicaban a la compra-venta de vehículos y de chatarra, y que tan solo poseen algunos vehículos de veinticinco años de antigüedad.

Ambos han manifestado que los 35.000 euros en dinero y los 12.000 euros en joyas intervenidos en la entrada y registro de su domicilio situado en el Pozo del Tío Raimundo procedían de la lotería que les había tocado en el año 2003.

Adela M.G. ha explicado que ella había ocultado una escopeta y una pistola, que fueron intervenidas en su domicilio, procedentes de “una reyerta” que había habido en su barrio.

Juan José H.R. ha manifestado que tenía “un grave problema” de alcoholismo, por lo que hizo un viaje a Cuba con fines “curativos”, mientras que Adela M.G. ha expuesto que sufre problemas coronarios.

En la sesión de hoy, también han declarado otros dos acusados, conocidos por los sobrenombres de “Piecitos” y “Paranoias”, respectivamente, quienes han negado su pertenencia al clan de “Los Gordos” y han sostenido que eran toxicómanos.

Ambos han negado haber realizado labores de supervisión del tráfico ilegal de sustancias estupefacientes que se realizaba de forma diaria, al menudeo, en varias parcelas del clan de “Los Gordos”.

“Mi único fin en la vida era consumir droga”, ha afirmado el “Piecitos”, quien ha apuntado que cuando iba al poblado de Valdemingómez paraba “en todas y cada una de las parcelas para comprar droga”.

Por su parte, el “Paranoias” ha apuntado que el día de su detención llevaría unos veinte días “pernoctando y malviviendo” en una parcela del poblado de Valdemingómez.