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El portaaviones Eisenhower, 1.220 bombas contra el Dáesh y embajada flotante

El portaaviones Eisenhower, 1.220 bombas contra el Dáesh y embajada flotante

EFE

Rota (Cádiz) —

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El portaaviones Eisenhower, una ciudad flotante con 5.000 habitantes y cerca de cien aviones de combate F-18, regresa a su base en EEUU navegando frente a la costa española, tras siete meses desplegado por el Golfo Pérsico y el Mediterráneo, donde ha lanzado 1.220 bombas contra el terrorismo yihadista y el Dáesh.

Antes de cruzar el Estrecho y dejando de lado la base naval de Rota, donde no ha hecho escala por sus inmensas dimensiones, se ha puesto en modo “embajada flotante”.

Para estrechar lazos con España, ha acogido, con el embajador de EEUU, James Costos, como anfitrión, a una delegación del Ministerio de Defensa, encabezada por el secretario de Estado, Agustín Conde; empresarios, como el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete; y un grupo de periodistas españoles.

Cinco horas a bordo para impresionarse con el despegue y aterrizaje de los F-18 en una cubierta de unos 300 metros, en la que las aeronaves son catapultadas en un segundo para realizar vuelos de combate.

Resulta espectacular ver cómo una especie de catapulta permite que un avión acelere de 0 a 256 kilómetros por hora en sólo tres segundos.

En el portaaviones, denominado coloquialmente Ike, todo funciona a ritmo de orquesta sinfónica y cada persona en la cubierta de vuelo usa ropa de diferente color para que se pueda distinguir con facilidad.

Se trata de uno de los diez portaaviones de este tipo más grandes y emblemáticos de la marina estadounidense para grandes despliegues por el mundo en operaciones bélicas.

Lleva participando en misiones de guerra en los últimos 40 años y la mayoría de ellas en el Mediterráneo e Índico.

En esta pequeña ciudad que nunca duerme, viven y trabajan más de 5.000 personas que disponen de instalaciones de todo tipo, entre ellas un café Starbucks.

Cuenta con gigantescas cocinas, planta desalinizadora, peluquería, dentista, hospital, prisión y capilla.

Hay un gabinete de comunicación, con más de 20 personas, que entre otras cosas edita un periódico diario con la cabecera “Five Star”, que incluye noticias del propio portaaviones, de EEUU y del mundo, con una sección específica de deportes y entretenimiento.

En los interminables pasillos, impregnados del olor del carburante, nunca dejas de cruzarte con gente, y de subir y bajar estrechas escaleras que comunican las cinco plantas que tiene.

Bajo la cubierta, se encuentran los inmensos hangares, donde cientos de mecánicos trabajan para tenerlo todo preparado.

En sus siete meses de despliegue, sus cazas (F-18 Hornets y Super Hornets), helicópteros MH-60 R/S Seahawk, aviones de vigilancia E-2C Hawkeye, aviones de guerra electrónica EA-18G Growler y de transporte C-2 Greyhound, han realizado 1.900 salidas.

Según los datos oficiales, sus aviones de combate han arrojado 1.220 bombas contra objetivos terroristas y el Dáesh, principalmente en acciones sobre territorio de Irak y Siria, así como Libia.

Todo ello encuadrado en la operación “Inherent Resolve” contra el autodenominado Estado Islámico.

Esta inmensa mole flotante, con unas dimensiones similares al rascacielos neoyorquino Empire State, navega con propulsión nuclear con dos reactores.

A su alrededor, una escolta formada por su “grupo de combate”, con destructores, cruceros de misiles guiados y un buque de aprovisionamiento.

En sus últimos días por el Mediterráneo ha colaborado con otros buques estadounidenses que participan en la ofensiva en Libia, como el “USS Wasp” o el “USS San Antonio”.

Según la almirante Michelle J. Howard, comandante de las Fuerzas Navales de EEUU en Europa y África, también embarcada en el portaaviones durante la jornada de visita, “el Mediterráneo se ha convertido en un teatro de operaciones cada vez más activo”.

Preguntada por las relaciones entre la marina de EEUU y la Armada española responde: “Fantástica. Somos como una familia”.

Reconoce lo “importante” que es la base naval de Rota para EEUU, especialmente para el despliegue de los destructores estadounidenses que forman parte del Escudo Antimisiles de la OTAN.

El Ike, oficialmente llamado USS Dwight D. Eisenhower, tiene previsto llegar en los próximos días a su base en Norfolk (Virginia).

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