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La presidenta argentina redobla su apuesta para recuperar terreno en un año electoral

La presidenta argentina redobla su apuesta para recuperar terreno en un año electoral

EFE

Buenos Aires —

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Enérgica, sin pelos en la lengua para señalar de frente a los que considera sus adversarios y tomando por sorpresa a la oposición con una polémica iniciativa de nacionalización de los trenes, la presidenta argentina, Cristina Fernández, apuesta por recuperar posiciones ante un 2015 electoral.

Tras la crisis desatada por el fallecimiento del fiscal Alberto Nisman, muerto de un disparo en la cabeza cuatro días después de denunciar a Fernández por presunto encubrimiento a terroristas iraníes, y de la dura disputa entre el Gobierno y parte del Poder Judicial, muchos apostaban a que la mandataria se mostrara a la defensiva este domingo, en su discurso de apertura del año legislativo.

“Más allá del contenido del discurso, es cómo se la vio a la presidenta: la vi más vital y enérgica que nunca, entera. El Gobierno claramente está desgastado, pero no ella. Se la vio firme y con vocación de, si no es compitiendo por un cargo legislativo, tener un fuerte protagonismo en la campaña”, dijo hoy a Efe Patricio Giusto, de la consultora Diagnóstico Político.

Para el analista, la actitud de “fortaleza” de Fernández ha sido la “gran sorpresa” del discurso de casi cuatro horas que brindó este domingo ante el pleno de las dos cámaras del Congreso.

“Si alguien de afuera lo ve y no le cuentan que es el octavo año de Gobierno y el último de su segundo mandato, sin posibilidad de reelección, pensaría que acaba de asumir con todas las ganas y una agenda de temas propios. Muchos esperaban el discurso de una mujer acorralada y que se victimiza y se llevaron una sorpresa”, apuntó Giusto.

Para el director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, Orlando D'Adamo, el tono de Fernández, quien dejará el Ejecutivo en diciembre en manos del vencedor de los comicios de octubre próximo, fue “el de siempre, aunque en una versión más exacerbada y personalista”.

El analista apuntó a Efe que la mandataria abundó en “auto-elogios”, “tergiversando” los números sobre los resultados de su gestión y “sin hablar ni de inflación, inseguridad ni narcotráfico”.

“Sigue pesando que tiene perspectivas políticas a futuro. Fue un discurso de alguien que no se va de la política sino que quiere tener algún rol. Está apostando a que quien venga detrás de ella no va a ser su sucesor y que ella va a ser su propia sucesora dentro de cuatro años”, sostuvo D'Adamo.

Según este experto, el discurso tuvo, entre otros errores, una duración exagerada -más de tres horas y media- que imposibilita que cualquiera le preste atención y un abuso de la utilización de la primera persona.

Pero para Giusto tuvo aciertos, como el “inteligente” anuncio de un proyecto de ley para nacionalizar los ferrocarriles, algo que, a juicio del analista, “impactó y descolocó” a la oposición, que quedará en una situación “incómoda” para discutir esta iniciativa en plena campaña.

“La nacionalización es un tema que siempre prende en el electorado y muchos opositores, que se han mostrado a favor en el pasado, no van a poder objetarlo”, sostuvo.

Ambos coincidieron en que el anuncio también busca apuntalar la candidatura presidencial del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que ha centrado su gestión en la modernización de los trenes.

Según Giusto, Fernández aún tiene la “esperanza” de que la imagen de Randazzo repunte y se equipare con la del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, un oficialista del que muchos desconfían en el núcleo duro del kirchnerismo.

No causó tanta sorpresa el duro reproche de Fernández a la Justicia, en particular por la falta de avances para esclarecer los atentados con la embajada de Israel, en 1992, y contra la mutualista judía AMIA, en 1994, éste último investigado por Nisman.

Según Giusto, la mandataria dejó “fuera de juego” al titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, a quien el oficialismo acusó años atrás de esconder aspiraciones presidenciales y presente este domingo en el Congreso, mientras Fernández exigía al Supremo información sobre su investigación respecto al ataque a la embajada.

“Fue muy duro el ataque que recibió Lorenzetti y con cierta fundamentación de parte de la presidenta, en que es verdad que el atentado a la embajada de Israel no se investigó y es una gran deuda pendiente que le compete estrictamente a la Justicia”, sostuvo el analista.

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