El presidente de Austria deja el cargo pendiente de la elección de su sustituto

Heinz Fischer dejó hoy la Presidencia de Austria tras 12 años en el cargo, sin que esté claro aún quien lo sustituirá en la Jefatura del Estado, ya que los comicios del pasado abril han sido anulados debido a una serie de irregularidades y tendrán que repetirse el próximo 2 de octubre.

Fischer, de 77 años, se despidió del puesto en una solemne ceremonia a la que asistieron los representantes de las dos Cámaras del Parlamento, el Gobierno, varios ex cancilleres y representantes de la sociedad austríaca.

En su discurso de despedida, Fischer defendió que la autoridad del presidente del país radica justo en no tener que hacer uso de ella.

Así, indicó que no usar ese poder es una muestra de “la madurez y la estabilidad” del sistema político.

Fischer, que ejerció en su día altos cargos bajo gobiernos del Partido Socialdemócrata, entre ellos ministro de Ciencia y presidente del Parlamento, pidió a los dos aspirantes a sucederle que respeten los principios de honradez y juego limpio durante la campaña.

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el pasado día 22 de mayo, fue ganada por el candidato progresista Alexander Van der Bellen con apenas 30.000 votos de ventaja frente a Norbert Hofer, del partido ultranacionalista y euroescéptico FPÖ.

Esta formación solicitó la impugnación de las elecciones argumentando una serie de irregularidades, sobre todo relacionadas con el voto por correo, que fue el que acabó dando la victoria a Van der Bellen.

El Tribunal Constitucional ordenó que se repitieran las elecciones, argumentando que sí se produjeron esas irregularidades, relacionadas con quién y cuando escrutó esos votos, pero destacando que no hay indicios de que se produjeran manipulaciones.

Se espera que, una vez repetida esa segunda vuelta el próximo 2 de octubre, el nuevo presidente juré el cargo en noviembre.

Mientras tanto, la presidenta y los dos vicepresidentes del Parlamento, uno de ellos el propio Hofer, asumen de forma interina las funciones del jefe del Estado.