El presidente de Rosneft de nuevo no comparece en el juicio al exministro ruso

El presidente de Rosneft, la mayor petrolera rusa, Ígor Sechin, no compareció hoy tampoco en el juicio al exministro de Economía ruso Alexéi Uliukáyev, acusado de extorsionar a esa compañía y de recibir de ella un soborno de dos millones de dólares, al que sido citado como testigo.

Es la tercera vez que Sechin, miembro del entorno próximo del presidente ruso, Vladímir Putin, no se presenta a prestar testimonio en el tribunal que ve la causa contra Uliukáyev.

En esta ocasión, el presidente del gigante petrolero se excusó ante el tribunal mediante una carta.

“Su abogado escribe que Sechin no puede comparecer en el juicio por motivos justificados. Tiene un agenda muy complicada acordada con antelación”, dijo la jueza Larisa Semiónova, citada por medios locales.

Según la misiva, hasta fin de año Sechin tiene una agenda muy recargada debido a “las tareas estrátegicas que las máximas autoridades del país plantean a Rosneft”.

Al mismo tiempo, el abogado del presidente de Rosneft indicó que este “prestó declaraciones durante el proceso de instrucción, se reafirma en ellas y no se opone a que se hagan públicas” en el juicio.

Uliukáyev ha denunciado que el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia fabricó el caso en su contra en base a unos testimonios “falsos”.

“El FSB tardó unas semanas en prepararlo todo y esperaba mi visita (a las oficinas de Rosneft). Cansados de esperar a que yo fuera a por el dinero, Sechin me llamó personalmente y me convenció para que fuera (a verle)”, dijo Uliukáyev en una de las primeras audiencias del juicio.

El exministro aseguró que “la acusación, basada únicamente en unas declaraciones de Sechin, fue fabricada”.

Por su parte, la Fiscalía sostiene que el 14 de noviembre de 2016 Sechin y Uliukáyev mantuvieron una conversación telefónica en la que el entonces ministro de Economía “reiteró su intención de aceptar un soborno y accedió a acercarse a las oficinas de Rosneft” con ese objetivo.

Una vez en el lugar, siempre según la versión de los fiscales, Uliukáyev recibió de Sechin un maletín con la suma acordada y fue detenido por agentes del FSB, que supervisaron toda la operación.

Según la acusación, el exministro había exigido a Rosneft dos millones de dólares para autorizar la absorción por esta compañía de otra petrolera de propiedad estatal, Bashneft.

De ser declarado culpable, Uliukáyev, de 61 años, podría ser condenado a una pena de hasta 15 años de prisión.