Los presidentes polaco y alemán asisten a las exequias del estadista Bartoszewski

Los presidentes de Polonia, Bronislaw Komorowski, y de Alemania, Joachim Glauk, presidieron hoy en Varsovia las exequias del estadista polaco y exprisionero de Auschwitz Wladyslaw Bartoszewski, fallecido el pasado 24 de abril a los 93 años.

El funeral por Bartoszewski, considerado uno de los artífices de la normalización de las relaciones polaco-germanas, comenzó con una misa en la Catedral de San Juan de Varsovia, a la que asistieron la mayoría de los miembros del Gobierno, con la primera ministra, Ewa Kopacz, a la cabeza, y el presidente del Consejo Europeo, el también polaco Donald Tusk.

Bartoszewski, en dos ocasiones ministro de Asuntos Exteriores polaco y desde 2007 responsable plenipotenciario para el Diálogo Internacional, será enterrado por la tarde en el cementerio varsoviano de Powazki en una ceremonia en la que se espera a miles de personas, entre ellos el exministro israelí de Exteriores Moshe Arens.

Nacido en Varsovia en el seno de una familia católica de clase media, apenas tenía 18 años cuando fue detenido y confinado en Auschwitz, de donde salió algunos meses después gracias a la mediación de la Cruz Roja.

Tras su salida se sumó a la resistencia polaca contra la ocupación alemana, a la que combatió fundamentalmente en los órganos clandestinos de propaganda.

En aquel periodo, participó también en el grupo de la resistencia creado para sacar a judíos del Gueto de Varsovia y encontrarles refugio.

Ya en los últimos años del régimen comunista fue miembro del sindicato Solidaridad, lo que le valió pasar algunos meses en prisión en 1981.

Con la llegada de la democracia, Bartoszewski asistió al despegue de su carrera, primero como embajador en Austria y posteriormente como ministro de Asuntos Exteriores, cargo que ocupó en dos ocasiones.