El rey saudí promete castigar a todo aquel relacionado con el ataque contra los chiíes

El rey saudí, Salman bin Abdelaziz, prometió hoy que todo aquel relacionado con el atentado contra una mezquita chií en el este de Arabia Saudí, que causó el viernes 21 muertos y un centenar de heridos, “rendirá cuentas, será juzgado y se le aplicará el castigo que merece”.

En un mensaje enviado al ministro de Interior, Mohamed bin Naif bIn Abdelaziz, recogido por la agencia oficial de noticias SPA, el soberano condenó ese crimen “atroz” y prometió juzgar y castigar a “todo el que participó, planeó, apoyó, colaboró o simpatizó” con el atentado.

“No se detendrán nuestros esfuerzos ni un solo día para luchar contra ideas extraviadas, combatir a los terroristas y acabar con ellos”, señaló también el monarca, quien agregó que el ataque “contradice los valores islámicos y humanos”.

El atentado fue perpetrado al mediodía del pasado viernes, cuando un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba escondido bajo la ropa en la mezquita del Imam Ali Abi Talib, en la ciudad de Al Qadih, situada en la provincia oriental de mayoría chií de Al Qatif.

Este ataque es el más grave perpetrado contra los chiíes saudíes y en general en todo el reino desde hace una década, y pone de manifiesto las intenciones del grupo Estado Islámico (EI), que reivindicó el atentado, de golpear a los ciudadanos que no profesan la doctrina suní.

Ya el pasado noviembre, una grabación atribuida al dirigente del EI Abu Bakr al Bagdadi llamó a la guerra en Arabia Saudí y urgió a los saudíes a rebelarse contra los chiíes de su país, la familia gobernante Al Saud y el Ejército.

Irán y los movimientos chiíes de los distintos países árabes acusan al Gobierno de Arabia Saudí (de confesión suní) de apoyar a los grupos extremistas en Estados en crisis como Siria e Irak para crear un contrapeso a las milicias chiíes que luchan a favor de esos regímenes.