El 70 % de los refugiados en Líbano vive bajo el umbral de la pobreza, según la ONU

El 70 % de los refugiados que vive en el Líbano lo hace con menos de 3,84 dólares al día, es decir, por debajo del umbral de la pobreza extrema estimado para ese país, según la Evaluación sobre la Vulnerabilidad de los Refugiados Sirios (VASyR, por sus siglas en inglés), presentada hoy.

En este informe difundido hoy por varias secciones de la ONU, la representante en el Líbano del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Mireille Girard, destacó que esta cifra supone un “sorprendente aumento con respecto al 49 por ciento de 2014”, según un comunicado.

“Los refugiados necesitan más que nunca nuestra solidaridad y apoyo. Sin una respuesta humanitaria sólida y sostenible, corren el riesgo de hundirse más en la pobreza”, destacó la responsable de ACNUR, que presentó el informe junto al Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).

Además del gran aumento de la pobreza, las principales conclusiones del estudio señalaron una dependencia mayor al endeudamiento y a la ayuda humanitaria, junto a la reducción de la calidad de los alimentos y del poder adquisitivo de los refugiados.

Casi un 90 % del más de un millón de refugiados sirios que viven en Líbano están atrapados en el círculo vicioso de la deuda para cubrir sus necesidades básicas, ya que sus recursos se han agotado y las posibilidades de trabajo disminuyen y necesitan cada vez más ayuda humanitaria, según el estudio.

“Los resultados del VASyR son extremadamente preocupantes” afirmó el representante del PMA en el Líbano, Gawaher Atif, que lanzó “un llamamiento urgente a la acción para ayudar a los refugiados sirios necesitados y vulnerables”.

El texto señaló también la falta de comida adecuada para dos tercios de los niños, así como la imposibilidad de asistir a la escuela, y añadió que muchos de los padres los retiran del colegio para enviarlos, de modo informal, al mercado de trabajo, donde son explotados.

“La crisis de Siria es una tragedia para los niños a un nivel inimaginable y sigue afectando significativamente a su protección, bienestar y desarrollo en toda la región”, afirmó la representante de Unicef en el Líbano, Tanya Chapuisat.

La responsable humanitaria señaló también que “el hecho de que (los niños) estén sometidos a la violencia, a la pobreza y a los desplazamientos está teniendo muchas consecuencias, a corto y largo plazo”.

A esta vulnerabilidad se suman, según el informe, los requisitos adicionales que desde enero se aplican en el Líbano, cuyo Gobierno exige a los refugiados que renueven su residencia cada seis meses.

Además, los registrados (en ACNUR) tienen que firmar un compromiso ante un notario de que no trabajarán.

El informe se basa en una evaluación de 400 familias de refugiados y más de 100.000 visitas, y en su elaboración también colaboraron otras organizaciones como Acción contra el Hambre, Cáritas y Save the Children, entre otras.