El 7,5 % de niños rohinyás en Bangladesh sufren malnutrición severa

El 7,5 % de los niños rohinyás que se encuentran en Bangladesh sufren malnutrición aguda severa, el doble que hace seis meses, antes de que más de 600.000 nuevos miembros de esta minoría musulmana llegasen al país procedentes de Birmania (Myanmar), informó hoy Unicef.

“Las tasas de malnutrición entre los menores en el estado de Rakhine (noroeste de Birmania) ya estaban por encima de los umbrales de emergencia. El estado de estos niños se ha deteriorado más debido al largo viaje a través de la frontera y las condiciones en los campos”, advirtió la agencia en un comunicado.

“El que haya aumentado el nivel de desnutrición aguda en los asentamientos de Kutupalong, que lleva allí años, es porque la disponibilidad de agua es menor, porque hay una higiene malísima, una contaminación en el agua y por el problema de no tener suficientes baños”, explicó a Efe la jefa del trabajo de campo de Unicef en Bangladesh, Sara Bordas.

Algunos de estos factores hacen que se produzcan casos de diarrea, lo que contribuye al aumento.

Para la elaboración de este estudio preliminar, Unicef analizó entre el 22 y el 28 de octubre una muestra de 405 familias residentes en el campo de refugiados de Kutupalong, donde viven unas 26.000 personas registradas oficialmente.

La muestra incluye familias llegadas a Bangladesh desde el pasado 25 de agosto y otras arribadas en remesas anteriores y a ella se sumarán en el mes de noviembre otros dos estudios que Unicef realizará en otras ubicaciones.

A falta de que se publique el informe final, que incluirá resultados recabados en asentamientos sólo de personas llegadas en los últimos dos meses, Unicef “sospecha” que los resultados serán los mismos o incluso “peores”, destacó Bordas.

“Los niños rohinyás en el campo -quienes sobrevivieron a horrores en el estado birmano norteño de Rakhine y un peligroso viaje hasta aquí- están ya atrapados en una catástrofe”, indicó el representante de Unicef en Bangladesh, Edouard Beigbeder, según la nota.

“Aquellos con malnutrición severa están ahora en riesgo de morir por una causa totalmente evitable y tratable”, concluyó.

En su último informe de situación difundido ayer, el Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU cifra en unos 607.000 los rohinyás llegados a Bangladesh en los últimos dos meses.

La crisis de los rohinyás comenzó el pasado 25 de agosto, tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en el estado birmano de Rakhine, una acción que fue respondida por el ejército con una campaña de represión que aún continúa.

Birmania no reconoce a los rohinyás como una comunidad del país y los considera bangladesíes, mientras que Bangladesh, donde ya antes de esta crisis vivían unos 300.000 miembros de esta minoría, los ha tratado siempre como extranjeros.