Los socialistas lusos adelantan en más de diez puntos a los conservadores

Los socialistas portugueses encabezan las encuestas con la mayor subida de intención de voto y adelantan en más de diez puntos al gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que acentúa su caída.

El Partido Socialista (PS) fue el grupo que vio aumentar más su apoyo (1 %) y alcanzó el 37,5 % en la intención de voto, según los datos de la primera encuesta del año de la empresa Eurosondagem divulgados hoy por el periódico “Expresso” y la cadena privada “SIC”.

El PSD perdió un punto y medio respecto al anterior sondeo y se situó con el 25 %, a doce puntos y medio de los socialistas.

Los democristianos del Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP), que apoyan al Ejecutivo conservador, retrocedieron medio punto y se mantuvieron como cuarta fuerza al llegar al 8 % de la intención de voto.

El Partido Comunista de Portugal (PCP), tercera fuerza parlamentaria, aumentó cerca de medio punto en la intención de voto y alcanzó el 10,4 %, mientras el marxista Bloque de Izquierda (BI) registró un ligero aumento hasta el 6,6 %.

El secretario general del Partido Socialista (PS), António José Seguro, se mantuvo como el político mejor valorado del país, por delante del líder de los comunistas, Jerónimo de Sousa, y del presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva.

El primer ministro y líder de los socialdemócratas, Pedro Passos Coelho, sufrió una nueva caída en los índices de popularidad con un 1,2 % de retroceso.

El empeoramiento de la valoración se produce el mismo mes que el dirigente conservador presentó su candidatura para revalidar su cargo de cara a las elecciones legislativas de 2015.

Las mejoras en algunos indicadores económicos de los últimos meses no se tradujeron en un apoyo a los partidos del Gobierno en los sondeos, que mantienen desde septiembre de 2012 a los socialistas como favoritos.

Después de tres años en recesión, el país avista un crecimiento del 0,8 % del PIB para este 2014, según las previsiones oficiales, y ha experimentado desde enero un alivio en la presión de los mercados sobre los intereses de su deuda, en caída sostenida.

Portugal espera acabar en mayo el duro programa de ajustes que el Gobierno conservador ha aplicado a rajatabla para cumplir los compromisos del préstamo internacional de 78.000 millones de euros de la UE y el Fondo Monetario Internacional.