Los talibanes lanzan una ofensiva contra el bastión del EI en Afganistán

Los talibanes han lanzado una ofensiva en el principal bastión del Estado Islámico (EI) en Afganistán, en la que han muerto decenas de combatientes de ambos grupos, informaron hoy a Efe fuentes oficiales y de los insurgentes.

La operación se desarrolla en cuatro distritos de Nangarhar un año después de que perdieran ante los yihadistas el control de varias zonas en esta provincia oriental, en la que tropas afganas también lanzan con frecuencia ofensivas contra ambos grupos.

El portavoz de la Policía en la provincia, Hazrat Husain Mashriqiwal, dijo que las luchas entre talibanes y yihadistas tienen lugar en zonas remotas y en ellas falleció ayer “el comandante del EI en el distrito de Baticot, Abdul Ahad, y uno de sus jueces, Attiullah”, entre otros de sus miembros.

Un oficial del Gobierno en Nangarhar, que pidió el anonimato, afirmó que al menos 50 combatientes de ambos grupos murieron y decenas resultaron heridos en los últimos cuatro días.

“Después de que el Daesh (acrónimo en árabe del EI) fuera debilitado por nuestras fuerzas en la mayoría de las zonas, los talibanes aprovecharon la oportunidad y quieren recuperar zonas remotas”, indicó esta fuente.

Un miembro del Consejo Provincial de Nangarhar, Zabihullah Zmarai, advirtió de la inseguridad generada para la población local por estas luchas, ya que “los residentes están hartos y no quieren a ambos grupos, pero desafortunadamente nuestro Gobierno es débil y no es capaz de rescatarlos de la barbarie de los insurgentes”.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid declaró que “una operación a gran escala comenzó hace unos pocos días en un distrito y se ha extendido a otros cuatro” en esta zona fronteriza con Pakistán.

Los talibanes enviaron combatientes desde provincias vecinas para reforzar su ofensiva, añadió el portavoz, quien rehusó ofrecer datos de las bajas sufridas.

Mujahid aseguró que “quienes se hacen llamar combatientes del Daesh están involucrados en robos armados, asesinatos, torturas, secuestros de civiles y apropiación de sus propiedades”.

El EI está presente en al menos cuatro provincias del este y sur de Afganistán desde hace un año y tiene en Nangarhar su mayor bastión en el país asiático.

La irrupción del grupo yihadista alteró el escenario de guerra de los últimos 15 años en el país y llevó al Gobierno afgano a establecer unidades especiales para combatirlo.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha advertido del riesgo que plantea la presencia del EI en Afganistán.