Un tribunal tailandés entrega el informe de las pruebas al español acusado de asesinato

Un tribunal tailandés entregó hoy más de 2.000 folios de pruebas al español Artur Segarra, acusado del robo, asesinato y descuartizamiento de su compatriota David Bernat el pasado enero.

Segarra, que compareció en el tribunal de Bangkok vestido de preso y con grilletes en los pies, se declara inocente de los trece cargos que se le imputan, incluido en el de asesinato premeditado, por los que se enfrenta a la pena de muerte como sentencia máxima.

Durante la vista, el acusado explicó a Efe que el tribunal no ha respondido a varios requerimientos que él ha enviado desde la prisión Thantasathan Piset, en la que se encuentra detenido en Bangkok desde hace ocho meses.

En este tiempo, su abogado de oficio, Kasem Pahungmahaka, tampoco ha podido visitarlo en la cárcel para preparar el caso debido a que ni la Embajada de España ni el tribunal financian la contratación de un intérprete.

Segarra afirmó que recibe una ayuda de la Embajada española de 3.000 bat (unos 86 dólares o 77 euros) mensuales, lo que consideró insuficiente para cubrir sus necesidades de alimentos e higiénicas dadas las condiciones precarias de la prisión.

Fuentes diplomáticas alegaron que Segarra recibe la asistencia consular habitual en estos casos.

Segarra también lamentó que tiene que pasar 16 horas diarias encerrado en su celda con sólo agua y que las autoridades penitenciarias le prohíben la correspondencia, incluso con su familia.

“El tribunal no tiene interés en que me defienda”, manifestó el acusado, visiblemente tenso.

El próximo 1 de diciembre tiene previsto que empiecen las vistas orales del juicio, en el que la Fiscalía llamará a 95 testigos y el acusado español a ninguno.

Los restos de Bernat, un consultor de 40 años, aparecieron en diversos tramos del río Chao Phraya, en Bangkok, entre finales de enero y principios de febrero pasados y, según el equipo forense, había sido asesinado entre el 25 y el 27 de ese mes.

Segarra fue detenido el 7 de febrero en el puerto de Sihanukville, en el sur de Camboya, adonde había huido dos días antes, y fue entregado un día después a las autoridades tailandesas.