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Del tú al usted y del usted al tú

EFE

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Ya sabíamos antes del debate electoral a cuatro que la política que conocíamos ya ha cambiado. Todo apunta a que seguirá cambiando, pero hay cosas que no son fáciles de mover y eso se ha notado también cuando los cuatro participantes se tuteaban un minuto y se llamaban de usted al siguiente.

El debate organizado por Atresmedia también ha dibujado el panorama político que posiblemente nos vamos a encontrar después del 20D. Un escenario en el que será difícil vaticinar quién es el adversario de quién o en qué alianzas podrá sostenerse un Gobierno.

Lo único meridianamente claro es que el enemigo común a abatir es Mariano Rajoy, aunque hoy no estaba en el debate sino en Doñana, como se han encargado sus tres adversarios de recordar, sin sacarle muchos los colores, eso es verdad, a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que ha asumido “orgullosa” su papel.

Dos horas y diez minutos de debate en el que se ha viajado de Doñana a Cataluña, de Cataluña a Grecia e incluso a Venezuela, aunque ésta también ha sido una visita corta porque pese a lo que podría esperarse nadie ha querido utilizar demasiado ese tópico para atacar al líder Podemos.

Presentes también han estado otros ausentes, el extesorero del PP Luis Bárcenas y ese mensaje ya famoso de Rajoy “Luis, se fuerte”, que Pablo Iglesias se ha encargado de recordar hoy a la vicepresidenta.

Saénz de Santamaría no se ha quedado atrás y ha sacado al plató a uno de los fundadores de Podemos.“Paga, señor Monedero, paga”. Otra de las frases inesperadas que nos deja este debate, en el que ha habido cine y televisión.

Y así Iglesias nos ha vuelto a contar a todos cuánto le gustó la película “Ocho apellidos catalanes” mientras que el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, ha bromeado mencionando el programa “Saber y ganar” y ha citado a su presentador, Jordi Hurtado, para pedir a la vicepresidenta que no le imitara interrumpiéndole.

Interrupciones ha habido, tampoco en exceso, y también deslices, como el de Pablo Iglesias, que ha querido referirse a la consultora Pricewaterhouse Coopers, y quién sabe si ha dicho Waterhouse Watch Coopers o Housewater Watch Coopers.

Anécdotas aparte eran tres candidatos a la Presidencia, dos con corbata (Sánchez y Rivera), y una vicepresidenta, vestida con chaqueta aterciopelada y pantalones.

Traje conservador y oscuro el de Rivera, más claro el de Sánchez y vaqueros para Iglesias, que hoy no se ha puesto tampoco corbata.

A Sánchez le ha acompañado su mujer, Begoña, muy presente siempre en las grandes ocasiones.

Y con esa mezcla de atuendos y personalidades no parece raro que, al final, ellos también se hicieran un lío y no supieran si mantener la tradición de los debates parlamentarios o apearse del “usted” y tutearse.

Los chicos lo tenían más claro entre ellos, y Sánchez, Rivera e Iglesias no han tenido complejos desde el principio en llamarse de tú y por el nombre. La incógnita era la vicepresidenta, que al final también se ha pasado a tutear a los tres hombres a los que se enfrentaba.

Una mezcla entre el tú y el usted que ha llevado a situaciones un poco estrambóticas y a expresiones como la de “Señora, Soraya” con la que algunos de los candidatos se empeñaban en dirigirse a la vicepresidenta.

Tiempo tendrán de acostumbrarse porque, de lo que no hay duda, es de que los cuatro ocuparán un escaño en el próximo Congreso.

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