Alcaldes de Sevilla y Málaga destacan el papel de las ciudades en su lucha por el clima

Los alcaldes de Sevilla, Juan Espadas, y de Málaga, Francisco de la Torre Prados, destacaron hoy el papel crucial de las ciudades en la lucha contra el cambio climático como principales socios de los gobiernos centrales.

“Si la cumbre de París (2015) fue la gran cumbre sobre el cambio climático en materia de acuerdos de Estado, la de aquí tiene que ser la que impulse las acciones concretas para hacer posibles esos acuerdos”, dijo hoy Espadas, que también es presidente de la Red Española de Ciudades por el Clima.

Espadas (PSOE) y De la Torre Prados (PP) participaron hoy en la reunión de líderes de gobiernos locales y regionales de 114 países que, en paralelo a la cumbre de Marrakech sobre el cambio climático (COP22), han debatido este lunes sobre posibles soluciones políticas, económicas y financieras que permitan acometer proyectos con los que combatir el cambio climático.

“Los acuerdos globales no van a poder materializarse al ritmo que deben hacerlo si los ayuntamientos, ciudades y regiones no entran en programas y acciones concretas con financiación concreta”, dijo el regidor sevillano, que también es miembro del Comité de las Regiones (CdR) de la Unión Europea (UE).

Espadas indicó que desde el CdR el mensaje que se quiere trasladar es que “es imprescindible la gobernanza multinivel, que significa que los Estados no terminan su trabajo llegando a acuerdos con otros Estados”, sino también fijando objetivos y acuerdos a nivel nacional con los territorios respectivos.

“Luego, dentro de cada Estado tiene que haber un acuerdo con las regiones y los gobiernos locales para articular, por un lado, la financiación y su reparto en proyectos prioritarios con un calendario concreto y que como Estado, con esas instancias regionales y locales, se pueda acceder con financiación especifica”, explicó.

Insistió en que, por ejemplo, el plan de inversiones Juncker, que lleva el nombre del presidente de la Comisión Europea (Jean-Claude Juncker) y que pretende movilizar más de 300.000 millones de euros en inversiones en los próximos años, “sea de verdad un plan para la financiación de proyectos contra el cambio climático al que las regiones podamos tener acceso”.

Por su parte, el regidor malagueño declaró a Efe que “los alcaldes tienen un papel a la hora de liderar un cambio en la mentalidad y cultura del ayuntamiento y de la propia ciudad en cuanto ahorro energético, de agua, o fomento del transporte público”, entre otras medidas con tecnologías inteligentes que redunden en favor del ciudadano.

“La ciudad inteligente tiene respuestas inteligentes a los retos del cambio climático”, añadió, a la vez que subrayó que “es importante que los municipios tengan más capacidad presupuestaria para abordar estos temas”.

Señaló que espera que con esta conferencia “se transmita al conjunto de países y regiones la necesidad de reforzar el poder local, de tener más competencias, más presupuesto, para ser más proactivos y liderar desde los ayuntamientos este compromiso que la sociedad tiene que hacer en la lucha contra el cambio climático”.

El alcalde de Málaga, que también es vicepresidente de la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM), consideró que el CdR europeo “puede fomentar la cooperación descentralizada, de ciudad a ciudad”.

El Ayuntamiento de Málaga, agregó, prevé fomentar “un transporte público menos contaminante, un transporte híbrido. Ya tenemos un programa de autobuses eléctricos que se cargan por inducción, y también para reducir el consumo de luz, cambio a LED, ahorro de energía aplicado a edificios públicos o ahorro en el agua”.

Ambos alcaldes destacaron también la colaboración de las dos grandes ciudades andaluzas en aspectos tecnológicos.

“Hace falta una suma de iniciativas muy importantes para que todo esto no se quede como proyectos piloto o ejemplos anecdóticos”, dijo el regidor socialista sobre las consecuencias de la reunión de representantes locales y regionales.

Agregó que “el ciudadano tiene que asumir que él es la palanca del cambio de la lucha contra el cambio climático. Si el ciudadano no lo interioriza y cambia los comportamientos, no se conseguirá”.