La Archidiócesis de Río busca fondos para la conservación del Cristo Redentor

El arzobispo de Río de Janeiro, el cardenal Orani Joao Tempesta, presentó hoy una campaña para recaudar fondos para la manutención del Cristo Redentor, el principal atractivo turístico de esa ciudad brasileña y que corona el cerro del Corcovado.

La campaña “Amigos del Cristo Redentor” se propone recaudar fondos de donantes individuales o corporativos para financiar los casi 5 millones de reales (unos 1,5 millones de dólares) de gastos anuales que precisa el monumento, así como para las diversas causas sociales que apoya el santuario.

Durante la presentación de la campaña, que tuvo lugar a los pies de la imponente estatua de 30 metros de altura, Tempesta no dudó en resaltar la importancia del papel que jugará la población en el futuro de un monumento que, de hecho, fue construido hace 85 años gracias a sendas campañas de recaudación de fondos.

“Fue construido con la colaboración y la participación del pueblo; y no sólo del pueblo carioca, sino de personas de Brasil y de todo el mundo”, rememoró el cardenal, quien informó que las donaciones podrán realizarse a través de la página web oficial de la campaña.

Pese a ser la responsable del santuario, la Archidiócesis no recibe parte alguna de los 70 reales (unos 21 dólares) que pagan los turistas para acceder a una atracción que recibe cerca de tres millones de visitantes al año y que se ubica en el corazón del Parque Nacional de Tijuca, que está bajo control del Gobierno federal de Brasil.

El eclesiástico quiso evitar polémicas y se limitó a señalar que “todo” lo ingresado por la venta de entradas va destinado al mantenimiento de la reserva ambiental, mientras que “la conservación de la imagen” del Cristo Redentor corre por cuenta de la Archidiócesis.

“En realidad, nos encontramos ante dos santuarios. El santuario ecológico, que es el mayor parque urbano con floresta nativa del mundo, y nuestro santuario, el Cristo Redentor”, concluyó el publicista Dudú Godoy, responsable de la campaña lanzada por la iglesia.

La campaña incluirá la producción de diversos vídeos, cuñas radiofónicas y material impreso, que será traducido al inglés y al español, con el fin de lograr el mayor impacto posible.

“La misión es lanzar este desafío que es devolver a la población de Río de Janeiro nuestro adorado Cristo Redentor, que sólo es un símbolo de Río, sino que lo es de todo Brasil”, afirmó Godoy.

Para costear el mantenimiento del monumento, la Archidiócesis cuenta ya con la ayuda de algunas empresas que a cambio pueden explotar comercialmente la imagen del monumento.

Pero esas ayudas no son suficientes para financiar las obras de emergencia que serán necesarias en 2017 para evitar el riesgo eminente de daños irreversible provocados por las condiciones medioambientales a las que está expuesto el monumento.

De acuerdo con el Santuario, los gastos fijos anuales de mantenimiento alcanzan los 3 millones de reales (unos 900.000 dólares), mientras que otros 1,3 millones de reales (unos 390.350 dólares) son destinados a pagar los salarios de los empleados que trabajan en el Cristo Redentor.