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China estudia reflotar el petrolero “Sanchi” para frenar el derrame

China estudia reflotar el petrolero "Sanchi" para frenar el derrame

EFE

Pekín —

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Las autoridades chinas de salvamento marítimo indicaron hoy que estudian la posibilidad de reflotar el petrolero iraní “Sanchi”, siniestrado el pasado domingo, para frenar el derrame de combustible en la zona de su hundimiento.

En una rueda de prensa de los responsables de las operaciones con ese buque en el Centro de Investigación y Rescate Marítimo de China en Shanghái para explicar algunas de las opciones que se barajan, el subdirector de ese organismo, Zhi Guanglu, consideró que “la mejor solución” sería reflotar el buque, pero se trataría de una operación peligrosa al ser una embarcación “enorme”, según medios nacionales.

Uno de los principales peligros es que la operación podría generar una nueva explosión, por lo que es necesario realizar una evaluación detallada de la situación del pecio, lo que se espera hacer en los próximos días con ayuda de robots submarinos.

El “Sanchi”, un petrolero de 274 metros de largo, está hundido a unos 115 metros de profundidad.

Las últimas evaluaciones divulgadas hoy apuntan a que se podrían estar produciendo derrames de combustible, del que los expertos calculan que le podían quedar unas 1.000 toneladas en el momento del hundimiento.

El buque se hundió el pasado domingo a unos 530 kilómetros al sureste de Shanghái, tras una gran explosión después de arder durante ocho días y estar a la deriva, a raíz de colisionar el 6 de enero en alta mar con el mercante hongkonés “CF Crystal”.

En el momento del accidente, el “Sanchi” llevaba unas 136.000 toneladas de condensado de petróleo, un producto muy volátil e inflamable, pero que también se evapora y arde con facilidad.

En cambio, el fuel del combustible es mucho más contaminante para las aguas y la fauna marina.

En las últimas veinticuatro horas, los buques y aviones de vigilancia han detectado varias manchas, algunas de las cuales mostraban indicios de ser de combustible, según la Administración Estatal de Océanos.

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