El Congreso brasileño aprueba la subcontrataciòn del empleo para toda actividad

El Congreso de Brasil aprobó hoy el proyecto de ley que amplía la subcontratación del empleo a todas las actividades de las empresas, una medida defendida por las patronales y duramente criticada por los sindicatos y movimientos sociales.

La Cámara baja dio luz verde a la medida, que ya contaba con el visto bueno del Senado, y ahora deberá ser sancionada por el presidente del país, Michel Temer, quien defiende la propuesta.

El proyecto de ley fue aprobado la noche del miércoles por 231 a favor, 188 en contra y ocho abstenciones, a pesar de la fuerte presión ejercida por los diputados de la oposición.

Hasta ahora la subcontratación estaba permitida en Brasil para actividades no específicas de las empresas contratistas, como limpieza, transporte y seguridad, pero el nuevo proyecto la autoriza a contratar hasta para la actividad final que ejecutan.

De esa forma, una escuela podrá subcontratar tanto el servicio de limpieza y alimentación como el de los profesores, que serían remunerados por la empresa subcontratada.

La votación de este miércoles estuvo marcada por la protesta de un grupo de diputados de la oposición, que entró en el plenario con unos flotadores amarillos con forma de patos en rechazo a la medida, por considerar que perjudicará a los trabajadores.

El pato amarillo fue el símbolo utilizado por la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente de Brasil, para defender el juicio político contra la entonces presidenta Dilma Rousseff, destituida el pasado agosto, y criticar una propuesta de aumento de impuestos defendida por su gobierno.

Las patronales y los diputados que apoyan al actual Gobierno alegan que la medida ayudará a crear empleos y modernizará las relaciones con los trabajadores.

“Brasil ha cambiado, pero todavía tenemos una legislación arcaica. Queremos avanzar para crear una relación que no quite trabajo de nadie y que no va a debilitar a sindicatos. Ellos también van a modernizarse”, aseguró el líder del grupo parlamentario oficialista en la Cámara baja, Aguinaldo Ribeiro.

Con su aprobación de hoy los diputados resucitaron un proyecto remitido al Congreso en 1998, durante el gobierno del entonces presidente Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y largamente paralizado.