FAES acusa a la izquierda de querer confundir desigualdad y pobreza

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) acusa a la izquierda de asociar los conceptos “diferentes” de desigualdad y pobreza para intentar legitimar sus propuestas de ingresos y gastos públicos, y mantener la idea “trasnochada y denostada” de un “castigo fiscal a los ricos”.

El informe “Desigualdad, pobreza y oportunidades”, publicado hoy por “Papeles FAES”, defienden una revisión “profunda” del modelo de Estado del bienestar y una reforma de los sistemas educativo y fiscal y del mercado laboral para “revertir” la desigualdad.

“La crisis económica de 2008 ha supuesto un aumento de los niveles de desigualdad y pobreza en todos los países europeos, si bien este repunte ha sido más acusado en España, cuyo sistema de bienestar se ha mostrado significativamente menos eficaz en su cometido de compensar los efectos de la crisis”, dicen los autores, Miguel Marín y Elisa Rodríguez.

Este incremento se ha debido a “la mayor carga relativa que han tenido que soportar las clases más desfavorecidas y no a una mejor posición en términos absolutos de los segmentos más altos de la distribución de la renta”, según analiza la fundación que preside el exjefe del Ejecutivo José María Aznar.

Recuerdan que el empleo es el factor “más determinante” de la distribución de la renta, así que su caída explica seis de los ocho puntos de incremento del Índice de desigualdad de Gini en España.

Aun así, se mantiene en posiciones “intermedias” en los índices que miden la desigualdad.

El aumento de la desigualdad “no es consecuencia de una insuficiente dimensión del sector público -interpretan- ni de la escasez de gasto social”, sino de “factores estructurales concretos”.

Por ello aconsejan “intensificar las políticas públicas que mantengan el espíritu de la reforma laboral de 2012 en pro de un mercado de trabajo más flexible y eficiente, y que reduzca su dualidad.”

Lamentan que el debate sobre educación no acabe de centrarse en la calidad, sino en los niveles de gasto público.

En cuanto a la “incapacidad recaudatoria” del sistema fiscal, proponen otro basado en “la eficiencia económica, la equidad horizontal y la sencillez” y evitar que “fuertes niveles de progresividad incidan negativamente en los comportamientos económicos estratégicos”.

“España es uno de los países que menos recorta la desigualdad de ingresos a base de transferencias monetarias desde las administraciones”, aseguran.

Es así porque las principales transferencias de este tipo son las pensiones y los subsidios de desempleo, relacionadas con el tiempo trabajado y los salarios cobrados.

Advierten de que la desigualdad no es una buena aproximación estadística a la pobreza absoluta.

Si la referencia es la riqueza, España sería de los países con menos desigualdades de la UE15, en buena medida por la extensión de la vivienda en propiedad.

Si es la renta, España ocupa puestos de cabeza en desigualdad, si bien esta forma de medir “no contabiliza adecuadamente” las transferencias en especie de sanidad y educación públicas, como tampoco los alquileres.