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El Gobierno dejará la ley del aborto de Gallardón en un cajón

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. \ Efe

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La falta de consenso interno podría acabar con el proyecto más ambicioso de Alberto Ruiz-Gallardón. Que el anteproyecto de la ley del aborto encontraba detractores dentro del propio PP ya no es ningún secreto, aunque esas asperezas pretendieron limarse sin éxito con ajustes de última hora como la incorporación de la malformación del feto como motivo legal para interrumpir el embarazo. En pleno septiembre y a solo una semana del fin del verano, el plazo que marcó el propio Gallardón para la aprobación del proyecto en Consejo de Ministros, fuentes del Gobierno y del PP aseguran, según publica el diario El Mundo, que el Ejecutivo aparcará definitivamenete la contrareforma de la ley del aborto.

Según fuentes de la cúpula del PP citadas por el medio, “no existe consenso en torno a este proyecto, y si no se logra un acuerdo, cosa que parece muy difícil, la ley no se aprueba y en paz”. Otros interlocutores son incluso más contundentes: “Esa ley nunca llegará al Parlamento”.

Desde la aprobación del anteproyecto de la Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la embarazada, el Ejecutivo ha ido dando largas al momento de llevar el proyecto a Consejo de Ministros. Era probable que eso ocurriera en julio, pero el Gobierno prefirió dejar a la norma dormir en un cajón hasta finales de verano dadas las discrepancias en el propio seno del PP. O incluso para siempre. Porque el interés del PP por recuperar los votos perdidos –en las últimas elecciones europeas se dejaron 1,5 millones– choca con el cariz conservador de la norma que impulsa Gallardón.

La contestación interna -y también manifestamente externa- a una ley que va más allá del retorno a la ley socialista del 1985 obligó a abrir un periodo de consultas con los compañeros de partido simultáneo a la recepción de informes por parte de varias instituciones. Entre los estudios que maneja la cúpula del PP, el del conocido Pedro Arriola concluye, según El Mundo, que la ley del aborto ha sido perjudicial para los intereses electorales del partido dado que a una gruesa parte de los votantes le ha incomodado el tema por la restricción con la que se ha abordado la reforma.

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