Grecia prohíbe nadar y pescar en la zona afectada por el vertido de combustible

El ministro de Sanidad griego, Andreas Xanthós, declaró hoy prohibida la natación y la pesca en las costas atenienses afectadas por el vertido del petrolero Ayía Zoni II, hundido el domingo en el golfo Sarónico.

Xanthós afirmó que los ayuntamientos afectados tomaron las medidas necesarias en este sentido y anunció que a lo largo del día habrá un comunicado con instrucciones detalladas al respecto.

El combustible vertido contaminó las costas occidentales de la isla de Salamina y decenas de kilómetros del frente marítimo de la región capitalina, desde el puerto del Pireo hasta Vula, lo que, además del serio desastre ecológico en el golfo Sarónico que supone, comienza a tener consecuencias económicas.

El presidente del la unión de pescaderos de la región, Zodorís Kakúris, declaró hoy a la cadena de televisión privada SKAI, que el volumen de negocio de su sector se redujo estos días en un 60 %.

Además, según los medios locales, los hoteleros de la zona afectada están muy preocupados por las consecuencias que puede tener a sus negocios la contaminación de las playas más cercanas al centro de Atenas.

Una empresa especializada inició ayer el bombeo de las más de 2.000 toneladas de petróleo que se encuentran todavía en el buque naufragado, cuyo propietario deberá pagar todos los costes de las labores de limpieza.

Mientras las autoridades intensifican estos trabajos de limpieza en las áreas contaminadas, se multiplican las preguntas sobre el naufragio de Ayía Zoni II.

El portal informativo 902.gr reveló que las licencias de navegación del barco vencían el 27 de septiembre, y que habían sido otorgadas a condición de que la empresa propietaria hiciera una serie de reparaciones en los sistemas del barco.

El ministro de Marina Mercante, Panayotis Kurublís, declaró además a la cadena de televisión privada SKAI que otros dos buques de la empresa propietaria de Ayía Zoni II habían sido confiscados en el pasado por su implicación en contrabando de hidrocarburos.

El propietario de la embarcación, que intervino en el mismo programa que el ministro, afirmó por su parte que la Justicia lo había absuelto en esos casos.

Ayía Zoni II, era un barco cisterna monocasco, fabricado en 1972, con bandera griega y que, según la legislación europea, debería haber sido retirado de circulación en 2003.

El naufragio ocurrió, según los testimonios de los dos marineros que estaban a bordo, cuando el agua inundó la sala de máquinas del barco mientras estaba anclado en el puerto de la isla de Salamina.

El accidente se produjo en la madrugada del domingo en un momento en el que las condiciones meteorológicas eran perfectas, no había fuertes vientos ni marejada, lo que hace inexplicables sus causas.