Guatemala “avanza” según la Unicef, aunque a ritmo “lento” en los pueblos indígenas

El representante de Unicef en Guatemala, Christian Skoog, considera que el país centroamericano “ha avanzado” en los últimos años en temas relacionados con la infancia, aunque a un ritmo “mucho más lento” en las regiones indígenas.

El diplomático del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió en una entrevista con Acán-Efe que existe “todavía una gran diferencia” entre el desarrollo de la población indígena y no indígena en Guatemala.

“Los avances han sido más lentos en los pueblos indígenas”, explica Skoog, nacido en Suecia y con poco más de dos años de experiencia en el puesto en la nación del istmo.

Alrededor de la mitad de los 15 millones de habitantes de Guatemala tienen menos de 18 años, incluidos 2,7 millones de niños y adolescentes pertenecientes a los grupos mayas, xinkas y garífunas, de acuerdo a datos de Unicef.

También un 50 por ciento del país vive en condiciones de pobreza, aunque esta cifra aumenta al 72 % si se toma en cuenta solo a la población indígena en el área rural, según información del ente internacional.

El representante de Unicef en Guatemala destacó que la nación centroamericana debe “triplicar” en los próximos siete años su inversión en la niñez para cosechar un “desarrollo a niveles aceptables” en los infantes.

En opinión del diplomático, en términos económicos “el pastel aún es muy pequeño” si se toma en cuenta que Guatemala es el país que “menos ingresos tiene a nivel mundial” y además “es el que menos gasta en inversión social”

De acuerdo a un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) y Unicef, el Estado de Guatemala invirtió 70 centavos de dólares diarios por cada menor de 18 años durante 2014-

El dato representa el 7,9 por ciento del Producto Interno Bruto de Guatemala en 2014, pero la cifra es menor al 8,4 por ciento utilizado en 2013 en los infantes y resulta “insuficiente” para consolidar su desarrollo económico y social.

Skook afirmó que es temprano para valorar lo sucedido con la infancia en Guatemala en 2014, pues aún están “conociendo tendencias” en temas de educación y salud.

Pese a ello, el diplomático valoró “muchos logros” recientes a nivel nacional en temas de mortalidad infantil y educación.

“En salud se ha mejorado con los temas de vacunación y prácticamente se eliminó la rubeola y el sarampión” en Guatemala, afirmó.

En el otro extremo, Skoog no es tan optimista en temas de seguridad en Guatemala. “Si hablamos de la violencia, creo que la situación actual es peor que antes”, aseveró.

El representante de Unicef se refirió a un supuesto aumento de niños delincuentes y sicarios en Guatemala y subrayó que aunque no existen estadísticas específicas, “el victimario en todo esto es el adulto que contrata a los niños”.

“Es más fácil convencer a un niño para cometer actos de delincuencia. Los menores no pueden calcular las consecuencias de sus actos por su edad. Así que es más barato y tiene menos riesgo”.

La nación centroamericana registró 6.000 homicidios en promedio durante 2012 y 2013 y según la misma ONU, es uno de los cinco países más violentos del mundo junto a Honduras, Belice, El Salvador y Venezuela.

En coyuntura con la situación, Skoog manifestó su rechazo a una posible modificación de la legislación guatemalteca para juzgar a los menores como adultos, una solicitud que se ha barajado en el Parlamento.

“Las convenciones internacionales son muy claras en esto: hay que encontrar maneras de rehabilitar a los infantes”, aseguró, y recalcó además que “el gran victimario en estos casos es el adulto”.