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La guerra ha reducido en más de 5 años la esperanza de vida del pueblo sirio

El anciano Yasín, un sirio que ahora vive en Kilis, ciudad turca frontera con Siria en condiciones precarias. | Foto: Médicos Sin Fronteras

Teguayco Pinto

Cinco años menos de vida. Ese es el terrible efecto que está teniendo la guerra de Siria sobre su ciudadanos, que huyen en busca de refugio hacía los países colindantes o hacia Europa. Según un estudio internacional publicado hoy en la revista médica The Lancet, la esperanza de vida de los hombres sirios pasó de 75 años en 2010 a 69 en 2013, mientras que la de las mujeres se ha reducido en 5 años, pasando de 80 a 75 en el mismo periodo.

El estudio, llevado a cabo por un amplio equipo de científicos, ha analizado los principales indicadores sanitarios de la región oriental del Mediterráneo entre 1990 y 2013 y ha concluido que “los conflictos y las guerras que se han sucedido han tenido graves efectos sobre la salud y la esperanza de vida de las personas que viven en muchos de los 22 países de la región”. En particular, destacan la reducción de la esperanza de vida en Siria, Yemen, Libia, Túnez y Egipto, que desde 2010 amenaza con poner en peligro los avances en materia de salud alcanzados en los últimos dos decenios.

Según estos científicos, las revueltas árabes y las guerras, junto con el envejecimiento de la población y el crecimiento demográfico, tendrán un impacto importante en la salud y los recursos de la región, tras varias décadas de importantes mejoras. Los problemas que afrontan hoy estos países “tendrán un importante impacto en la región y el resto del mundo durante muchos años”, advierten los investigadores, quienes instan “reforzar las inversiones en salud en toda la región”.

Aumento de la mortalidad infantil

El estudio destaca el caso de la mortalidad infantil cuya tasa está aumentando en varios países de la región, pero de nuevo hacen especial hincapié en el caso de Siria, donde las muertes infantiles habían disminuido un promedio de un 6% anual en la década anterior a 2010. Ahora, en el periodo comprendido entre 2010 y 2013 los científicos han constatado un aumento del 9,1% al año, lo que sitúa al país con peores registros que algunos de los países más pobres del África Subsahariana.

“Es triste ver que Siria, un país con un buen ritmo en la reducción de la mortalidad infantil en el pasado, haya registrado este importante aumento”, se lamentan los científicos, que también alertan de que la situación sociopolítica ha empeorado en varios de estos países desde 2013, con lo que “los resultados a día de hoy podrían ser mucho peores”.

Ataques a hospitales y centros sanitarios

El estudio también señala que “la región está perdiendo a muchos médicos y profesionales de la salud, que abandonan las áreas en conflicto en busca de una vida mejor en otro lugar”. Esta situación se ve especialmente agravada en países como Siria o Libia, donde se producen continuos ataques sobre centros sanitarios, según ha denunciado un informe publicado por el Comité Internacional de la Cruz Roja.

También la organización humanitaria Medicos por los Derechos Humanos (PRH, por sus siglas en inglés) ha recopilado datos sobre el terreno que indican que solo en Siria se han registrado más de 370 ataques a instalaciones médicas desde el inicio del conflicto, en los que han muerto al menos 750 personas, entre médicos, sanitarios y pacientes.

De acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, quien ha condenado recientemente los continuos ataques a este tipo de instalaciones, el 60% de los hospitales públicos en Siria han cerrado o están parcialmente operativos. Lo mismo se aplica a los hospitales públicos en zonas de conflicto en Libia, donde un porcentaje similar de los centros sanitarios están cerrados o no operativos debido a la destrucción de las infraestructuras.

Una situación agravada por el cambio climático

A todo esto también hay que añadir la importante sequía que ha sufrido la región y la influencia del cambio climático en la zona, que ha agravado la situación. “El cambio climático se ha traducido en un aumento de las temperaturas en la región y una parte importante de la región del Mediterráneo oriental se prevé que sea inhabitable en los próximos 50-80 años”, destacan los científicos en el estudio.

Por último, los investigadores han lanzado un dardo a la comunidad internacional por la falta de atención sobre la grave situación que se vivía en la zona y afirman que “solo se dio cobertura mediática al problema cuando se produjo una afluencia de refugiados sirios a Europa”. Los autores del estudio insisten en que “hay una necesidad urgente de planificación a largo plazo para mejorar la salud de las personas y estabilizar la región”, de lo contrario costará muchos años recuperar el terreno perdido.

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