HRW denuncia abusos policiales contra los inmigrantes en Calais

Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que la policía emplea una “fuerza excesiva” contra los demandantes de asilo y los inmigrantes instalados en la localidad francesa de Calais en un intento por forzarles a abandonar el lugar.

La ONG indicó en un comunicado que muchas de esas personas les han contado que desde principios de noviembre han aumentado la destrucción y confiscación de sus bienes, como sacos de dormir, ropa e incluso teléfonos móviles y medicamentos.

“Las autoridades francesas deberían poner fin inmediatamente a estos abusos y garantizar que los inmigrantes son tratados con la dignidad que todo ser humano se merece”, dijo la directora de HRW Francia, Bénédicte Jeannerod.

La organización calcula que al menos 500 inmigrantes y demandantes de asilo, 100 de ellos menores no acompañados, viven actualmente en las calles o zonas boscosas de Calais, la mayoría procedente de Eritrea, Etiopía y Afganistán.

Desde el cierre de la llamada “Jungla de Calais” en octubre de 2016, las autoridades se han opuesto a la apertura de otros campamentos similares en la zona, pero la Justicia les ha obligado a poner en marcha medidas que dignifiquen sus condiciones de vida, como puntos de agua y sanitarios.

HRW ya había alertado en un anterior informe de que las fuerzas del orden recurren a gas pimienta o dificultan la entrega de ayuda humanitaria.

La organización saludó que se hayan puesto en marcha alojamientos de emergencia ante la bajada de las temperaturas, pero apuntó que de momento solo abren de noche y que su acceso es limitado, por lo que pidió que abran también durante el día y a lo largo de todo el invierno para garantizar una protección adecuada.