Huelga de sanitarios en el único centro de ébola en el sur de Sierra Leona

Trabajadores sanitarios del único centro para enfermos de ébola en el sur de Sierra Leona han iniciado una huelga para reclamar las mejoras salariales que el Gobierno les prometió ante el alto riesgo al que están expuestos, informó hoy a Efe Médicos Sin Fronteras (MSF).

El centro, ubicado en la ciudad de Bandajuma, estudia cerrar sus puertas si la huelga de los sanitarios sierraleonenses persiste, ya que la falta de personal impide el funcionamiento de la clínica, explicó MSF, que gestiona este centro.

Según el co-coordinador de emergencias de MSF en Sierra Leona, Edward Stars, cerca de 60 pacientes de la clínica han quedado desatendidos debido a la huelga, que comenzó ayer.

Aunque MSF cuenta con personal internacional, Stars lamentó que no es suficiente para mantener el centro abierto.

Los trabajadores sanitarios que se han unido a la huelga, la mayoría de ellos enfermeros, higienistas y limpiadores, reclaman el “pago de riesgo” de 100 dólares al que se comprometió el Gobierno liberiano.

Más de cien profesionales sanitarios han muerto hasta el momento en el país a causa del ébola, tras contagiarse mientras atendían a otros enfermos de la enfermedad.

Por ello, han reivindicado constantemente una mejora salarial, así como más medidas para protegerse del virus, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados.

Esta semana, el Gobierno de Sierra Leona anunció que ofrecerá una ayuda de 5.000 dólares (unos 4.000 euros) a los familiares de los médicos y enfermeros fallecidos debido al ébola.

Hace un mes, el personal sanitario de Liberia también inició una huelga para exigir mejoras salariales, aunque dos días después la finalizaron apelando a “motivos humanitarios” y ante las numerosas peticiones que han recibido de diferentes partes del mundo para que reanudaran su labor.

Sierra Leona, junto a Liberia, es el país más afectado por el brote de ébola que surgió en Guinea Conakry el pasado marzo y que ya se ha cobrado la vida de más de 5.000 personas en África Occidental.