Machismo juvenil y ciberacoso, retos del Gobierno en la lucha contra la violencia de género

La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, considera que diez años después de la entrada en vigor de la ley contra la violencia machista, hay que centrar la lucha en el ciberacoso, las señales de maltrato entre los jóvenes y en la concienciación social a través de campañas.

En declaraciones a Efe, Hernández ha valorado la importancia que tuvo en su día la puesta en marcha de la Ley Integral contra la Violencia de Género por “haber sido aprobada por unanimidad”, lo que a su juicio refleja “el compromiso de todo nuestro país en esta causa”.

“A partir de ahí, lo que hay que hacer es ir avanzando en aspectos nuevos que están surgiendo, como la violencia de género y las nuevas tecnologías, o las primeras señales de maltrato en la población adolescente”.

Por ello, ha abogado por crear tipos penales que castiguen el ciberacoso y por trabajar en la implicación de toda la sociedad “para que forme parte de esa erradicación de la violencia contra la mujer”.

“Tenemos que detectar en nosotras mismas y en nuestros entornos conductas violentas que se dan por normales y que no lo son. Violencia psicológica, desvalorización, aislamiento, control de horarios o de las amistades, eso también es violencia de género”, ha recalcado.

“En el momento que la sociedad tenga los ojos mucho más abiertos y se comprometa mucho más en la igualdad los pasos serán más sin vuelta atrás”.

Por ello el Gobierno ha aumentado exponencialmente los presupuestos en campañas dirigidas a la gente joven y a la población para “hacer llegar a pie de calle la realidad de la violencia de genero y romper el silencio por encima de todo”, ha dicho.

A nivel educativo, ha expuesto que ya se están impartiendo numerosos talleres, y actualmente se ha incluido la lucha contra la violencia de género en el real decreto de Educación Primaria y “está en proceso de incluirse en el de Educación Secundaria, precisamente como algo que hay que conocer desde las primeras etapas”.

“Una gran tarea es la de asistir y proteger a las mujeres y a sus hijos” como víctimas de violencia de género, y “otra pata fundamental es la prevención, conseguir que estas situaciones no se den y de ahí la importancia de talleres y actuaciones educativas para prevenir, indicando cuáles son las primeras manifestaciones del maltrato”.

Respecto a la vertiente jurídica, ha destacado que el proyecto de ley de asistencia jurídica gratuita amplía las competencias de los juzgados de violencia sobre la mujer, ya que hasta ahora había delitos de los que no entendían, como los del derecho al honor, la intimidad o la propia imagen.

La intención es también “lograr que esas conductas de acoso a través de las nuevas tecnologías puedan ser conocidas por esos juzgados”.

Así, otro de los retos, es “visibilizar mucho más a los menores, hijos e hijas de las víctimas de la violencia de género porque también sufren esa violencia y son muchas veces instrumento contra sus madres”.

Otra reforma en marcha es proporcionar asistencia jurídica previa a las mujeres inmediatamente antes de la interposición de la denuncia “para que sean lo más completas y exhaustivas posibles” y conseguir así que tengan “éxito”.

Una de las problemáticas es la resistencia a denunciar, principalmente porque la víctima se enfrenta a un maltratador que es o ha sido su pareja o el padre de sus hijos. Por ello, según Hernández, “el estatuto de la víctima está intentado reconocer el máximo de derechos a estas mujeres y también hacérselo lo más fácil posible”.