La OMS recomienda prohibir los cigarrillos electrónicos en espacios cerrados

Las Organización Mundial de la Salud (OMS) asesta un duro golpe al cigarillo electrónico. La agencia sanitaria de las Naciones Unidas publica este martes un estricto informe en el que pide la prohibición de los SEAN (sistemas electrónicos de administración de nicotina) en lugares cerrados y su venta a menores de edad, debido a la “falta de información” sobre sus efectos.

El documento es una compilación de la insuficiente información que se tiene de los cigarrillos electrónicos y de sus eventuales perjudiciales efectos sobre la salud. Analizados todos los aspectos, la única conclusión clara de los expertos de la OMS es que “falta más información” y, con objeto de prevenir efectos no deseados en el futuro, optan por la precaución.

La OMS sugiere que se prohíba el uso de los cigarrillos electrónicos en espacios cerrados y donde esté prohibido fumar. La recomendación será evaluada por los Estados miembros del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (FTCT) en su próxima reunión, en Moscú, del 13 al 18 de octubre.

“Habida cuenta de que la expectativa razonable de las personas no es correr un riesgo menor con respecto a la exposición al humo de tabaco ajeno, sino no correr ningún riesgo de aumento de ningún tipo de productos en el aire que respiran, se debería exigir legalmente a los usuarios de SEAN que no utilicen esos dispositivos en interiores”.

Esta prohibición debería hacerse “especialmente en los espacios donde está prohibido fumar, hasta tanto se demuestre que el vapor exhalado no es nocivo para las personas del entorno y existan pruebas científicas razonables de que no se menoscaba la aplicación de las políticas orientadas a preservar los entornos sin humo”.

Asimismo, el informe sugiere que se prohíba “a los minoristas la venta de productos de SEAN a menores de edad” y que se eliminen las máquinas expendedoras “en casi todos los lugares”.

Por su parte, la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) critica el informe como “un ataque más al sector mediante argumentos vacíos que hace caso omiso y da la espalda a la Directiva Europea que regula el e-cig”. La asociación remite al artículo 20 de la Directiva Europea que “concede un estatus propio para el producto, distinto del tabaco y de los productos farmacéuticos, y analiza y propone una reglamentación y regulación que ha de estar lista en 2016 en los países miembros”, apuntan.

Las dudas de la OMS

Las mayores inquietudes de los expertos residen en que, mientras el sector considera que los cigarrillos electrónicos pueden ser de ayuda para dejar de fumar, otras voces alertan de que pueden socavar los esfuerzos para acabar con este hábito, especialmente entre los menores de edad. “Los limitados datos de estudios existentes relativos a unos pocos países revelan que la experimentación con SEAN está aumentando rápidamente entre los adolescentes, y que ello es en sí mismo motivo de honda preocupación”, contiene el informe.

“La mayor parte de los productos para SEAN no se ha sometido a ensayos por parte de científicos independientes, pero las pocas pruebas realizadas revelaron amplias variaciones en el carácter de la toxicidad de los contenidos y las emisiones”, señala el documento.

La ANCE enfoca su producto como “una alternativa menos dañina al tabaco, en una herramienta más en la lucha contra el tabaquismo, y podría ser parte de la solución en la lucha contra el tabaquismo y no del problema”.

La OMS recuerda que la mayoría contiene nicotina, el principal elemento adictivo del tabaco, pero la cantidad de la misma varía enormemente. Además, se destaca “la potencial toxicidad” del aerosol que se inhala, y que puede causar irritaciones de los ojos y de los pulmones. “No es simple vapor de agua, como se promociona”, sentencia el informe.

En este sentido, otra de sus recomendaciones se dirige a la publicidad de estos artículos. La agencia sanitaria recomienda también la prohibición de ciertos reclamos, como el de que pueden ayudar a dejar de fumar, hasta que los fabricantes aporten “pruebas científicas” que avalen su aprobación.

“Se desconoce si la mayor exposición a las sustancias tóxicas y partículas en el aerosol exhalado dará lugar a un mayor riesgo de enfermedad y defunción entre las personas del entorno, como ocurre en el caso de la exposición al humo de tabaco”, continúa el documento. “Sin embargo, las pruebas epidemiológicas obtenidas en estudios ambientales revelan que, a corto o largo plazo, la exposición a partículas de cualquier fuente que sean provoca efectos adversos”.

La OMS recuerda la magnitud que ha alcanzado el mercado de cigarrillos electrónicos, que según sus estimaciones generó en 2013 3.000 millones de dólares, una cifra que se espera se multiplique por 17 de aquí a 2030.