Once distritos hacen campaña para acabar con la publicidad de la prostitución

Asociaciones de vecinos y de padres y madres de alumnos de once distritos de la capital se han sumado a una campaña para acabar con las tarjetas de publicidad que se colocan en los parabrisas de los vehículos estacionados en la vía pública.

“No acepto publicidad de prostitución. Por las mujeres. Por nuestros niños y niñas. Porque quiero un barrio limpio. Porque no quiero mafias” es el lema de esta iniciativa que se ha presentado hoy en la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM).

La propuesta ha recibido el apoyo del delegado de Salud, Seguridad y Emergencias, José Javier Barbero; la delegada de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer; la portavoz municipal del PSOE-M, Purificación Causapié; la portavoz del PP en la Comisión de Equidad, Beatriz Elorriaga; y la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís.

Varias entidades de Ciudad Lineal iniciaron este año la campaña “No acepto”, que ya cuenta con veintidós puntos de recogida de anuncios de prostitución en asociaciones y comercios y ha reunido 28.000 firmas para exigir a las instituciones la adopción de medidas para eliminar estos papeles de las calles.

Entre sus próximas acciones, además de presentar la campaña en Vicálvaro, Vallecas y Coslada, organizarán una “pesada” el próximo 31 de octubre para mostrar la magnitud del fenómeno de la publicidad de prostitución, que no son “cuatro papeles”, sino kilos de papel que se distribuyen por las calles cada día.

El 25 de noviembre, promoverán una “foto-manifestación” virtual con las aportaciones de los madrileños a los que invitan a hacerse una fotografía o grabar un vídeo con un cartel, con la familia, los vecinos, los compañeros de trabajo o la mascota, para expresar el rechazo a la publicidad de prostitución.

Ana Martínez, de la Asociación de Vecinos Quintana, ha resaltado la preocupación de los padres y madres debido a que los escolares juegan a intercambiar estos papeles, con fotografías de mujeres en camisón o ropa interior, como si fueran cromos.

En la capital, ha afirmado Martínez, hay un millar de pisos donde se ejerce la prostitución, lo que genera molestias a las comunidades de propietarios que se encuentran con los clientes o escuchan los timbres a cualquier hora del día.

Cristina Díaz, del AMPA del Colegio Cultural Elfo, ha rechazado la publicidad de prostitución porque es “una forma de violencia de género” y por el tratamiento de la mujer como si fuera “una mercancía”.

El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias ha reconocido que esto es “la punta del iceberg de una cuestión compleja” y ha elogiado la responsabilidad de la sociedad civil que pide una respuesta a las instituciones.

Barbero ha anunciado que dentro de unos días el Área de Salud, Seguridad y Emergencias presentará una orden de servicio dirigida a la Policía municipal que tiene por objetivo detectar cuáles son los indicadores de posibles redes o mafias para ponerlos en conocimiento de la Fiscalía y de la Policía Nacional con el fin de que puedan hacer un trabajo de investigación.

También ha destacado la importancia de la labor de los agentes tutores que intervienen en la comunidad educativa para desarrollar una labor de concienciación, reflexión y educación en valores como la dignidad de la mujer, los derechos de los niños, la limpieza de las calles o la explotación sexual.

La delegada de Políticas de Género y Diversidad ha avanzado dos proyectos que previsiblemente se pondrán en marcha a partir de enero y también que están enfocados a la comunidad educativa, profesores, niños y adolescentes y asociaciones de padres y madres de alumnos.

Uno de ellos será una exposición itinerante que se exhibirá en varios distritos de la capital que muestra la trayectoria de las víctimas de trata, desde su captación hasta el momento de la explotación sexual.

El otro proyecto consiste en la actualización de una base de datos online para que los profesores dispongan de materiales para trabajar contra las violencias machistas con carácter general y contra la trata y la explotación forzosa de manera específica.