Roberto Brasero: “Me veo hablando del tiempo de aquí a la eternidad”

Roberto Brasero cumple mañana cinco años presentando el espacio “Tu Tiempo” en Antena 3, un trabajo del que no sólo no se arrepiente sino que, en clave de humor dice, en una entrevista con EFE, que lo seguiría haciendo “de aquí a la eternidad”.

Brasero (Toledo, 1971) comenzó dando el tiempo en Telemadrid y ahora tiene a sus espaldas más de un lustro acercando el tiempo a los ciudadanos de toda la geografía española y a los de más allá de nuestras fronteras hasta sumar 1,2 millones de espectadores diarios y 110.000 seguidores en Twitter.

PREGUNTA: ¿Cómo se especializa un periodista en información meteorológica?

RESPUESTA: En mi caso fue una especialización sobrevenida después de llevar años en Telemadrid haciendo de todo y cuando casi lo único que me faltaba por hacer era información del tiempo. Llegó a los Informativos la recientemente fallecida Elena Sánchez y me lo propuso diciéndome que me preparara y cuando estuviera preparado salíamos adelante. Se prendió una llama que no ha hecho más que crecer.

Me apunté a unos cursos del Instituto Nacional de Meteorología porque se vio que había un punto de intersección entre dos esferas que habían estado separadas hasta entonces, la meteorología como ciencia y en los medios de comunicación. Se decidió que la gente que habláramos del tiempo tuviéramos una formación.

Otro camino ha sido el autodidacta, al igual que un periodista se prepara para un debate de investidura pues en la facultad no te enseñan que hay un calendario para una investidura.

Cuando tenemos que hablar de las cosas que ocurren en las nubes te tienes que preocupar de que lo que se cuenta es riguroso y veraz.

P: ¿Se ha arrepentido alguna vez en estos cinco años de haber aceptado presentar el tiempo?

R: Todos los días en que el pronóstico no se cumple o cuando veo a alguien con un paraguas cuando yo he dicho que iba a hacer sol. Entonces me pregunto si es que no he llegado a transmitir el mensaje. Es broma.

El balance general es al revés, es de satisfacción y de que llegue el día de mañana para contar más cosas.

P: ¿Cuántos minutos ha sido el máximo que ha llegado a estar hablando del tiempo?

R: El programa “Tu Tiempo” depende de otros elementos de la parrilla pero solemos ir entre los 15 a los 25 minutos, una media de 20 minutos.

Hay días que hemos llegado a hacer 29 minutos; el récord fue una vez 30 minutos y hubo cosas que se cayeron, estábamos preparados para más aún.

En el programa no solo hablamos de las previsiones del tiempo, no son veinte minutos de mapas, incluimos reportajes, fotos de espectadores, cómo repercute el tiempo en la agricultura o si tienen más o menos crías los halcones. Al final, el que llueva o no también es una manera de construir el escenario en el que se desenvuelve la vida y en nuestros reportajes intentamos mostrarlo.

P: ¿Un hombre del tiempo también está pendiente de las audiencias?

R: Sí, es un examen. Estoy pendiente pero intento que no me influya. Tenemos una buena línea ascendente aunque hay días mejores que otros y no depende solo de ti, sino de lo que haya en las cadenas vecinas.

Hay días más duros de competencia pero en cambio puedes tener muy buen dato y eso es una doble satisfacción porque lo que has hecho ha gustado.

P: ¿Cree que la información sobre el tiempo ya no solo interesa a la gente mayor?

R: Creo que sí por mi experiencia cercana. Hay madres que me escriben pidiéndome una foto para sus hijos de 6 u 8 años porque ven el programa.

También hay adolescentes que te cruzas con ellos por la calle y me saludan -“Brasero, eres un crack”-; si me reconocen es porque ven el tiempo, es decir, ya no es una cosa de gente mayor que incluso trabajó en el campo y el tiempo influía en sus recursos.

Influye que ha cambiado la forma de contarlo y además del mapa y la predicción hay un juego con las redes sociales y mucha interacción con las fotos y vídeos que envían los espectadores y que gustan de compartirlo en el programa con un montón de gente.

P: ¿Llegará a haber tertulianos sobre el tiempo?

R: En este caso sería trasladar al programa lo que habitualmente se hace porque el tiempo sirve como tema socorrido del que hablar cuando no se sabe de qué hablar, como en un ascensor.

Todo se podría explorar pero sería un error llenar el espacio de el tiempo de cosas que no aportaran nada. Metería una tertulia de científicos para que contaran sus proyectos y debatieran sobre los mismos, y que lo que contaran fuera nuevo para los telespectadores.

P: ¿Ya no se ve en otra forma de periodismo?

R: En Telemadrid empecé hablando de lo que había ocurrido y luego, al dar el tiempo, de lo que iba a ocurrir, pero aplicando las mismas reglas que valen para todo el periodismo.

Me recuerda a una persona que vendía bloques de hielo y que luego pasó a vender neveras y que se definía como una persona que se dedicaba a vender formas de enfriar. Para los periodistas da igual el contenido, lo que cuenta es la manera de contarlo.

Me veo hablando del tiempo de aquí a la eternidad o de lo que pueda surgir entre medias de aquí a la eternidad, que es mucho tiempo.

P: ¿Qué le pide a la información del tiempo para los próximos cinco años?

R: Espero que el tiempo nos siga deparando cosas que contar distintas aunque parezca que siempre es lo mismo. Y que los que estamos en programa lo sigamos haciendo con la misma pasión, ilusión y determinación con la que lo hacemos todos los días.