Shanghái extrema seguridad para evitar que se repita estampida de hace un año

Más de 400 agentes de la Policía Armada, el cuerpo paramilitar chino, serán desplegados esta noche en distintas zonas clave de Shanghái para tratar de evitar que haya una estampida como la de la Nochevieja pasada, que dejó 36 muertos y 49 heridos en el centro de la metrópoli.

Según recoge hoy el diario oficial “Shanghai Daily”, las zonas donde esta fuerza policial reforzarán la habitual presencia de agentes del orden incluyen el Bund (el histórico malecón fluvial que es el punto más famoso de la ciudad, donde se produjo la tragedia de hace un año) y su adyacente arteria comercial de Nanjing Dong Lu.

A esos dos lugares, los más emblemáticos de la ciudad, se sumarán también otros, como el barrio de terrazas y restaurantes de lujo de Xintiandi, o la zona financiera de rascacielos de Lujiazui, el “Wall Street chino”.

La presencia de fuerzas del orden será también reforzada con guardias de la policía armada en los dos aeropuertos de la ciudad, en sus estaciones de tren y en sus instalaciones portuarias y de transbordadores para ir cruzar de una orilla a otra del río Huangpu.

Por su parte, el portavoz del Gobierno de Shanghái, Xu Wei, confirmó esta semana que la ciudad no organizará oficialmente ninguna cuenta atrás ni fuegos artificiales para dar la bienvenida a 2016 (lo que tampoco hizo el año pasado, precisamente ante el temor a grandes concentraciones de gente, lo que no evitó la estampida).

Xu aconsejó a los shanghaineses que hoy, a pesar de todo, quieran acudir a orillas del Huangpu para la Nochevieja, que traten de mantener el orden en todo momento y cooperen con las instrucciones de la policía.

A pesar de no haber actividades en ese lugar, el año pasado miles de personas se amontonaron allí para dar la bienvenida a 2015, dado que es el sitio el más emblemático de la ciudad, frente a los rascacielos de Lujiazui y bajo los antiguos edificios coloniales del Bund.

Entre ellos destaca uno con un antiguo reloj británico, cuyas campanas marcan las horas tocando la canción maoísta “Dongfang hong” (“El este es rojo”), lo que unido a las vistas hacen del malecón el lugar más socorrido de la ciudad para una celebración de año nuevo.

Las autoridades han instalado allí este año una cuarentena de cámaras para controlar la afluencia de público en todo momento, de manera que si la masa se vuelve difícil de controlar, el acceso a esa zona desde las calles vecinas se verá acordonado.

En toda la ciudad sólo habrá una fiesta autorizada, en la zona de restaurantes de lujo de Xintiandi, limitada a 4.800 personas.

Entretanto, la ciudad empezará a aplicar desde esta medianoche una nueva normativa que prohibirá el uso de fuegos artificiales (salvo excepciones autorizadas) en el anillo exterior de carreteras elevadas que circunvala todo el centro urbano de la ciudad.

A las celebraciones de esta noche se suman también costumbres locales en otros puntos de Shanghái, como el templo budista de Longhua, donde cientos de personas suelen hacer largas colas cada Nochevieja para poder tocar una enorme campana, con la creencia de que esa ceremonia les dará suerte para todo el año.