Solo una de cada cuatro personas con discapacidad está ocupada en España

La tasa de actividad de las personas con discapacidad en España se sitúa en el 36,6 por ciento, lo que significa que solo una de cada cuatro está ocupada y, la mayoría, el 80,5 por ciento, trabaja en el sector servicios.

Estas son algunas de las principales conclusiones del “Informe cero” presentado hoy por la Fundación ONCE con motivo de la presentación del Observatorio sobre discapacidad y mercado de trabajo en España (Odismet), incluido en el marco del Programa Por Talento y cofinanciado por el Fondo Social Europeo.

La directora de Empleo, Formación y Proyectos de Fundación ONCE, Sabina Lobato, ha destacado que el nuevo Observatorio (odismet.es) será “la plataforma especializada de visualización y sensibilización de las personas con discapacidad en relación con el empleo”.

Lobato ha explicado que “sólo una de cada cuatro personas con discapacidad está ocupada en España” y ha destacado que la “realidad sociolaboral” de este sector social tiene, entre otros aspectos, los relativos al nivel formativo y al acceso a la educación, las condiciones laborales por tipo de contratación, el sector servicio como mayor yacimiento de empleo, la importancia de los centros especiales de empleo y el grado de cumplimiento de la cuota de reserva.

Según el estudio, con datos de 2012, la tasa de actividad de las personas con discapacidad en España es del 36,6 %, menos de la mitad de la que corresponde las personas sin discapacidad, que era en ese mismo año del 77,0 %.

Si el 80,5 % de las personas con discapacidad trabaja en el sector servicios, el 12,7 % está ocupada en el sector industrial, el 3,7 % en la construcción y el 3,1 % en la agricultura.

Entre las personas con discapacidad ocupadas, el 82,4 % trabaja a tiempo completo y el 17,6 % parcial.

Además, al igual que sucede entre las personas sin discapacidad, existen diferencias de género significativas en lo que se refiere al tipo de jornada de las personas ocupadas con discapacidad, predominando la jornada parcial entre las mujeres (29,4 %), tres veces superior a la de los hombres (9,1 %).

Los jóvenes con discapacidad registran una mayor prevalencia de la jornada a tiempo parcial, tanto en relación con el conjunto de las personas con discapacidad ocupadas como con las personas ocupadas sin discapacidad de su misma edad (52 % frente a 35 %).

Por su parte, el perfil principal de la persona con discapacidad parada es el de una mujer (el 51 %), de entre 25 a 44 años (el 46 %), con una discapacidad física (46 %), anteriormente ocupada en el sector servicios (el 68 %) y con estudios secundarios (casi el 63 %, ya posean o no el título).

A mayor nivel de estudios de la persona con discapacidad, existen más probabilidades de que se encuentre ocupada y de que sus condiciones laborales sean mejores.

Así, del conjunto de las personas con discapacidad ocupadas, el 18,8 % tiene estudios de nivel primario; el 52,8 % de nivel secundario, y el 27,4 % estudios superiores, siendo entre las personas ocupadas con discapacidad muy reducida la tasa de analfabetismo (0,9 %), mucho menor que si comparamos los datos con el total de población con discapacidad en edad activa (el 7,3 %).