La activista Ada Colau ha rechazado varias propuestas para entrar en política

La activista Ada Colau, involucrada desde hace trece años en decenas de actividades reivindicativas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), ha reconocido hoy en Segovia que le han ofrecido “varias propuestas” para militar en un partido político, pero entiende que no debe hacerlo.

En una entrevista con Efe antes de participar en el IV Encuentro Mujeres que transforman el mundo, Colau ha dicho que tiene “muy claro” que es portavoz de la plataforma y que no debe meterse en un partido político: “no creo en los fichajes individuales”, ha añadido.

A sus 40 años, satisfecha de que la presión social puede mover instituciones, confiesa su preocupación por que la corrupción sea “la norma” y exista una “desafección política brutal y un problema institucional grave”.

Como ciudadana, confía en que existan procesos colectivos de regeneración democrática y, si eso se da, matiza, “participaré como una más, pero no contemplo ningún fichaje individual”.

Quien tachó de “criminal” a la banca en una polémica intervención en el Congreso de los Diputados, rechaza también que la plataforma pueda desembocar en una opción política y explica que “no existe ni siquiera el debate, es un movimiento ciudadano, independiente, apartidista y esa es una de sus fuerzas”.

Ada Colau, que ha conversado con la periodista de Televisión Española Alicia Gómez Montano, no se considera una persona imprescindible para cambiar el mundo, como recoge el título del ciclo organizado por el Ayuntamiento de Segovia, que ha concluido con su intervención.

Sostiene, por el contrario, que quien transforma el mundo “son las plataformas de afectados en las que participan miles de personas anónimas, muchas de ellas mujeres: aquí las mujeres tienen un papel mucho más protagonista y destacado que la media de organizaciones políticas y sociales de este país”.

En el movimiento ciudadano que lucha por el derecho a la vivienda, una estafa hipotecaria que afecta a todo el mundo a juicio de una de sus fundadoras, se han producido avances desde su creación en Barcelona, en febrero de 2009.

Colau insiste en que “han sido años durísimos” y sigue habiendo una ley “que permite miles de desahucios y que la gente se quede con una deuda de por vida”, en una situación de emergencia habitacional que es una anomalía en el contexto europeo, con más de 500.000 ejecuciones hipotecarias.

La portavoz de la PAH lamenta que aún no se haya resuelto el grueso del problema en este lustro, pero le satisface que la ciudadanía con menos recursos haya descubierto que tiene más poder del que se creían, “organizándose, no rindiéndose”.

“Persistiendo y organizándonos bien hemos podido parar más de mil desahucios, hemos forzado a los bancos a negociar miles de daciones en pago y alquileres sociales, hemos empezado a hacer incidencia en las administraciones y hemos conseguido el apoyo de los jueces y del Tribunal de Luxemburgo”, ha añadido.

Aún no se ha resuelto el problema de fondo pero avanzan a base de pequeñas victorias, opina Colau, para aclarar que el avance “es lento e insuficiente: las instituciones políticas son las últimas en responder, los grandes partidos que además son cómplices de la problemática porque tienen una gran relación de dependencia con las entidades financieras”.

Se muestra satisfecha de que se vayan moviendo más cosas a nivel autonómico y municipal, que son administraciones competentes en vivienda, ya que Andalucía y Navarra han aprobado leyes que permiten expropiar temporalmente los pisos amenazados de desahucio que estén en manos de entidades financieras.