El papa agradece el testimonio de 60 nuevos beatos asesinados en la guerra española

El papa Francisco agradeció hoy el “testimonio ejemplar” de los 60 españoles asesinados durante la guerra civil y proclamados ayer beatos en una ceremonia en el Palacio de Vistalegre de Madrid.

“Todos fueron asesinados por la persecución religiosa que hubo durante la guerra civil española entre 1936 y 1937. Demos gracias a Dios por este gran don de estos testigos ejemplares”, dijo Francisco tras el rezo dominical del Angelus asomado al a ventana del palacio pontificio.

La ceremonia de beatificación la celebró el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos con la presencia de los arzobispos de Madrid, Carlos Osoro, y de Valencia, Antonio Cañizares y unos 3.000 fieles.

Los beatos a quienes se les reconoció ser “mártires” por el “odio de la fe” y, por tanto, sin la necesidad de reconocer un milagro, son el religioso José María Fernández Sánchez y otros 32 compañeros de la Congregación de la Misión, conocidos como la familia Vicenciana, asesinados en 1936, y seis seglares, caballeros de la Medalla Milagrosa.

Y otro grupo encabezado por el padre Vicente Queralt Lloret, nacido en Barcelona en 1894, y que fue apresado y asesinado el 30 de noviembre de 1936.

En ese grupo están incluidos otros 20 españoles: 6 compañeros de congregación de Queralt, otros cinco diocesanos, dos religiosas Hijas de la Caridad y siete laicos de la asociación Hijos de María de la Medalla Milagrosa.