El oeste del archipiélago japonés en alerta por el avance del tifón Noru

La agencia meteorológica japonesa activó hoy la alerta por fuertes lluvias y posibles corrimientos de tierra e inundaciones en el oeste del archipiélago nipón por el paso del tifón Noru, que ha dejado al menos dos muertos y 15 heridos.

Las autoridades recomendaron hoy la evacuación de 70.000 personas en las prefecturas de Kochi, Kagawa y Tokushima, situadas en la isla homónima de Tokushima (sudoeste), e instaron a más de 200.000 a estar preparadas para abandonar sus hogares en cualquier momento.

A las 10.00 hora local (01.00 GMT), Noru, el quinto tifón de la temporada 2017 en el Pacífico, se encontraba al sur de la ínsula japonesa, donde ha dejado precipitaciones de 52 milímetros por hora en la localidad de Higashi Kagawa y de 33 milímetros por hora en Mie, según recogió la cadena pública japonesa NHK.

El tifón avanza a 20 kilómetros por hora en dirección nordeste hacia la isla de Honshu, la principal del archipiélago, donde se espera que toque tierra hoy sobre las 15.00 hora local (6.00 GMT), según datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).

Noru arrastra rachas de viento de hasta 162 kilómetros por hora y fuertes precipitaciones que se espera que se intensifiquen en las próximas 24 horas hasta llegar a los 500 milímetros de lluvia en la prefectura de Mie y unos 400 milímetros en la de Nara.

El tifón causó la cancelación hoy de al menos 228 vuelos y cortes en algunas carreteras de la prefectura de Kagawa.

Después de dos semanas vagando por el océano y varios cambios en su trayectoria, Noru pasó cerca de la isla septentrional de Kyushu el domingo, dejando dos fallecidos en las cercanas islas Osumi, situadas al sur de la ínsula.

Los fallecidos son una mujer de 67 años que sufrió una caída en Yakushima (situada en la isla homónima) y un hombre de 84 años que se ahogó cerca de su bote en el puerto de Minamitane, en la isla de Tanegashima.

El tifón Noru se manifestó como depresión tropical el 20 de julio en el océano del Pacífico Norte, donde se desarrolló hasta llegar a ser un “súper tifón” y emprendió numerosos cambios de rumbos en los que ha ido perdiendo intensidad.