El arzobispo de Barcelona lamenta que se menosprecie la Sagrada Familia

El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha lamentado que “algunos menosprecien la belleza arquitectónica” de la Sagrada Familia, y ha asegurado que los arquitectos “han tratado de plasmar la belleza y la bondad (del templo) siguiendo los planos y las ideas de Gaudí”.

Omella hizo estas afirmaciones anoche durante la misa de celebración de los seis años de la consagración del templo como basílica por el papa Benedicto XVI.

Según ha informado el portal de información religiosa CatalunyaReligió.cat, el arzobispo se pronunció anoche por primera vez sobre la polémica suscitada por el concejal de Arquitectura de Barcelona, el socialista Daniel Mòdol, quien afirmó que la Sagrada Familia es como un “mona de Pascua gigante” y “un fraude”.

Omella, que se había mantenido en silencio hasta ahora, dijo: “Siento que algunos desprecien esta belleza arquitectónica, una belleza que nos acerca a Dios, nos habla de Dios”.

A su juicio, el templo “es tan bonito y es tan precioso que suscita admiración en todo el mundo”. En cambio, “nosotros que estamos siempre en Barcelona y que lo hemos visto tanto, puede ocurrir que lo ignoremos y que no acabemos de valorar lo que tenemos. Incluso a veces llegaremos a despreciarlo. ¡Qué lástima!”.

Defendió también la continuidad del templo con el que Gaudí quiso expresar “la bondad y belleza de Dios”.

Es lo que “sus sucesores han tratado de plasmar siguiendo los planos y las ideas de Gaudí. Muchas gracias por el trabajo hecho por los sucesores de Gaudí”, afirmó Omella durante la celebración, a la que asistió Jordi Faulí, actual arquitecto director de las obras, y Jordi Bonet, arquitecto que finalizó el cierre de la basílica y que el 7 de noviembre de 2010 presentó la obra de Gaudí a Benedicto XVI.

La misa de aniversario, que congregó a 3.500 personas, el máximo aforo actual en la nave, fue concelebrada también por el obispo auxiliar Sebastià Taltavull y el cardenal emérito Lluís Martínez Sistach, acompañados por 60 sacerdotes, en una de las celebraciones religiosas más concurridas de los últimos años en Barcelona.

La celebración del sexto aniversario como basílica ha coincidido con la inauguración de la reforma del presbiterio y del pavimento del crucero de la basílica.

Terminadas estas obras, el patronato está estudiando establecer el culto regular cada domingo en la basílica.