La ausencia de contraprestaciones agudiza el recelo por la Red Natura 2000

Los planes de gestión de los espacios de la Red Natura 2000 han fijado las condiciones para que la acción humana y la conservación sean compatibles, pero no han llegado aún las contraprestaciones, principal causa del “rechazo” a esta figura de protección.

En una entrevista con Efe, Octavio Infante, experto en Espacios Protegidos de SEO/BirdLife, ha explicado que el retraso en la aprobación de los planes ha impedido la correcta financiación de los espacios y esto se está traduciendo en la ausencia de compensaciones y oportunidades a la población local implicada en su conservación.

Sin embargo, “con el tiempo y la financiación adecuada la pertenencia a la Red Natura 2000 será valorada en su justa medida”, ha pronosticado, al igual que en su día sucediera con otras figuras de protección, como los parques naturales.

Los planes de gestión, a cuya aprobación obliga la Directiva de Hábitats, deben incluir unos objetivos de conservación, una serie de medidas para alcanzarlos y un presupuesto para cumplirlos.

Su existencia “es esencial”, ha recordado Infante, para la supervivencia de las especies y los hábitats, pero es también imprescindible para optar a las ayudas europeas contempladas en los fondos que la Comisión pone a disposición de los estados miembros.

En su día, las ONG “peleamos” por un presupuesto “exclusivo” para la Red Natura 2000, pero la Comisión Europea optó por una “línea integradora” que incluía una partida destinada al medio ambiente en los fondos de otros departamentos.

“Esas minucias llegan, pero no en los porcentajes que nos gustaría”, ha asegurado; ahora, “trataremos de demostrar que esa estrategia no ha funcionado y que se tenía que haber optado por un fondo único o, en su defecto, por fijar un porcentaje previo de obligado cumplimiento destinado a conservación”.

Según los últimos datos recogidos por SEO/BirdLife, el 65 por ciento de los espacios de la Red Natura 2000 españoles ya cuentan con un plan de gestión aprobado, un porcentaje que se eleva hasta el 78 por ciento si se tiene en cuenta los que están en fase de tramitación.

No obstante, muchos de esos planes “no tienen la calidad deseada”, ha matizado Infante, pues se diseñaron “con demasiada prisa” después de que la Comisión Europea apercibiera a España en marzo de 2015 por el retraso en su aprobación.

Además, “la gran mayoría no contemplan objetivos de conservación cuantitativos, no integran a todas las especies por las que se declaró la protección del espacio, son muy generales y ni siquiera identifican qué línea financiadora van a seleccionar”.

Ha recordado que comunidades como Aragón, Cantabria o Ceuta aún no han aprobado ni uno solo de los planes, mientras otras, como Melilla, La Rioja, Galicia o Castilla y León, ya han completado su tramitación en todos los espacios.

Aunque algunos de esos planes, ha matizado, “lo que hacen es aprovechar el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) o el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de un territorio previamente declarado Parque Natural o Nacional sin incluir medidas específicas para Red Natura 2000.

Infante ha recordado que una vez aprobado el plan, se debería revisar si las medidas han sido eficaces en un plazo no superior a los seis años; “estamos arrancando el motor”.

En este sentido, se ha mostrado pesimista; “iremos a golpe de infracción”, ha pronosticado, y cuando dentro de 4 o 5 años termine este primer ciclo, Europa verá “que no se ha hecho nada” de lo contemplado en el plan.

“Sería un problema importante, no solo porque daría lugar a nuevas sanciones, también porque la población seguiría en contra”, ha explicado el experto, quien ha recomendado a las comunidades autónomas trabajar para “cumplir los plazos con planes de calidad”.

Se ha felicitado de los avances en la fase de información pública de los planes de gestión, aunque ha insistido en que “toda información es poca, porque los ciudadanos no tienen una mala opinión de la red, sino que desconfían de ella porque la desconocen”.