El declive de un convento amenaza la continuidad de imagen muy venerada en Salamanca

La casi nula actividad del convento de las Madres Bernardas de Salamanca, en cuya iglesia se venera la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, que la hermandad del mismo nombre saca la tarde del Domingo de Ramos, ha despertado inquietud sobre la continuidad o no de la talla en este templo.

Desde hace casi uno año, las tres hermanas que vivían en el convento han dejado de hacerlo por razones de edad y de salud, ha explicado hoy a Efe el hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón, Julián Pérez-Moneo Cordero.

De este modo, el cenobio ha quedado como lugar de paso para las madres de la orden cisterciense en sus desplazamientos entre los centros de Toledo y Benavente (Zamora) que se mantienen abiertos, así como lugar de reunión y de celebración de actividades de la hermandad, al tener su sede allí desde 1959.

No obstante, la iglesia sigue teniendo culto todos los domingos y, en consecuencia, la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón continúa siendo venerada, ha apostillado Pérez-Moneo, quien ha pedido a los miembros de la hermandad colaboración para mantener viva la devoción.

“La idea de trasladar al Cristo es errónea”, ha explicado saliendo así al paso de los comentarios que estos días han vuelto a reavivarse con motivo de la procesión del pasado domingo en la que, como es costumbre, se incorpora un preso -previamente indultado por el Gobierno- con la túnica y con el verdugo.

El de este año ha sido un interno que cumplía una condena de tres años y tres meses por tráfico de drogas en el centro penitenciario de Topas, aunque ya se encontraba en el tercer grado.

La imagen del crucificado, de Bernardo Pérez de Robles y datada en el siglo XVII, es propiedad de las religiosas y está considerada, en palabras del hermano mayor, como la mejor talla que desfila en la Semana Santa salmantina.

De hecho, su alto valor hizo que la Junta de Castilla y León la incluyera en el catálogo de bienes culturales, por lo que en principio en ningún caso la Orden podría sacar el Cristo a otro convento que no estuviera en la comunidad.

En este sentido, Pérez-Moneo ha destacado la estrecha colaboración que mantiene la hermandad con la Consejería de Cultura en relación con la imagen y, en “el caso improbable” de que el convento desapareciera, se buscaría “nuevo acomodo” en Salamanca para que el Cristo pueda seguir siendo venerado.

También ha resaltado “el contacto continuo” que mantiene con representantes de la congregación que son “las primeras interesadas” en que el Cristo permanezca en la capital salmantina.

Finalmente, ha hecho hincapié en el buen momento en el que se encuentra la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón y a las altas que se han producido recientemente hasta superar los cuatrocientos miembros.