Una helga desabastece de gasolina a Túnez en vísperas de la mayor fiesta musulmana

Una huelga de transportistas convocada hoy ha desabastecido las gasolineras de Túnez a tres días del inicio de la fiesta del Sacrificio “Aid”, la más importante del calendario musulmán, y amenaza con poner en una difícil situación al gobierno.

A escasos minutos de la medianoche, hora en la que entra en vigor la movilización, la gran mayoría de las estaciones de servicio de la capital tunecina y alrededores estaban apagadas, con los surtidores vacíos y largas colas de conductores frustrados y enfadados por no poder ya llenar sus depósitos.

“Es una huelga traicionera y oportunista. Los transportistas se han aprovechado de la proximidad de las fiestas y lo han hecho sin avisar”, se quejó a Efe Salah Auoina, un cliente en una de las gasolineras de la localidad costera de la Marsa.

El pulso al gobierno fue convocado hoy, sin previo aviso, por el sindicato de transportistas de carburantes y durará hasta el próximo miércoles, un día antes de que se celebre el Aid, previsto para el jueves y el viernes.

Dado que depende del calendario lunar, el día exacto de la fiesta no se conoció hasta el pasado viernes.

Los días previos a esta festividad, equivalente a las navidades cristianas, los tunecinos realizan decenas de desplazamientos para la compra del cordero y demás alimentos de la celebración, así como los regalos que se entregan a los niños.

Además, es tradición que durante los dos días que dura el Aid las familias se visiten unas a otras, lo que conlleva también numerosos desplazamientos de vehículo, tanto en la capital como a las ciudades de provincias.

La huelga pone en una peligrosa coyuntura al gobierno de Habib Essid y suma un problema más a la grave situación económica y social que acogota al país, convaleciente aún de la revolución de 2011, que culminó con la huida del dictador Zinedin el Abedin Ben Ali y la caída de su régimen.

A la crisis económica que se gestó durante los cuatro años de compleja transición política se han unido los dos cruentos atentados yihadistas perpetrados en 2015, que han hundido la industria del turismo, uno de los pilares económicos del país.

Desde que en enero se formara el primer gobierno postransición, Túnez ha sido escenario, además, de otras huelgas en diversos sectores, desde la industria del fosfato a colectivos como los profesores o los jueces, en demanda de mejoras laborales.