Los expertos creen que los padres son responsables de la violencia de los menores

Los expertos en violencia de menores que han participado en la apertura de la I jornada de Educación, Violencia y Justicia, organizada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, han coincidido en que la responsabilidad es en buena parte de los padres.

El entrenador de adolescentes Pedro García Aguado ha considerado que, salvo en los casos en que los menores tienen alguna patología psicológica, son los padres los que tienen la responsabilidad original, aunque el menor también tiene que hacerse responsable.

Por esa razón, ha invitado a los padres a que denuncien ante los jueces o fiscales de menores cuando sus hijos actúen violentamente, porque “no están solo para sancionar, sino que también ayudan a reeducar”.

En su opinión, hay una tendencia “equivocada” de los padres a pensar que el hijo “ha salido así”, sin considerar que pueden haber tenido algún fallo en su educación o en el establecimiento de valores.

En este sentido, la jueza decana de Burgos, titular del juzgado de menores, Blanca Subiñas, ha afirmado que los padres tienen que plantearse qué educación y herramientas han dado a sus hijos y si han sido las adecuadas.

Para Subiñas, el problema es la pérdida de papeles, porque tanto los padres como los hijos tienen obligaciones.

En este sentido, ha recordado que el Código Civil establece obligaciones para los padres, como la de educar a los hijos según su personalidad; y para los hijos, a los que se obliga a obedecer y contribuir a las cargas del hogar.

Ante un auditorio formado en su mayoría por alumnos y profesores de varios centros educativos, Pedro García Aguado ha considerado que en este momento hay una “excesiva sobreprotección” de los menores en muchos casos y “permisividad” ante conductas como el consumo del alcohol y otras sustancias.

A su juicio, uno de los errores más frecuentes es enseñar a los hijos que pueden hacer lo que quieran y que no tiene consecuencias, porque eso es vivir fuera de la realidad, donde lo que hagan si va a tener consecuencias.

Para García Aguado, el problema de los menores violentos, sobre todo en el seno del ámbito familiar, es más frecuente ahora que hace unos años, porque entonces un menor que no quería estudiar se ponía a trabajar y lo que le preocupaba era salir adelante y ahora se prolonga el tiempo de están en la vivienda familiar.

El joven no encuentra trabajo, se frustra y, en ocasiones, termina culpando de ello a sus padres y se siente engañado porque no le han enseñado como era la realidad.

La jueza de menores ha explicado que uno de los aspectos que más preocupantes de la violencia de los menores es la violencia intrafamiliar.

Ha recordado que de los 340 asuntos que pasaron por el juzgado de menores de Burgos en 2014, el 25 por ciento eran casos de este tipo, como agresiones, faltas de respeto e insultos.

Ha insistido en que, más que medidas sancionadoras, lo que intenta imponer son medidas para la reeducación, no punitivas, sino para intentar restablecer “las reglas del juego”.

Subiñas ha precisado que en la mayor parte de los casos opta por la convivencia del menor en un grupo educativo, que no es una medida de privación la libertad; cuando los padres tienen bastantes habilidades, se opta por la libertad vigilada; y en los casos más extremos por el internamiento en un centro.

Las jornadas continuarán el 1 de junio con un “cinefórum” en el que intervendrán el director de cine y guionista Antonio Giménez-Rico y el crítico de cine y ex fiscal general del Estado Eduardo Torres Dulce.

La última sesión, el 22 de junio se dedicará a la delincuencia en las redes sociales y la protección del menor en ese ámbito, con la intervención de varios expertos.