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Los juegos alivian, pero no curan los traumas infantiles del seísmo en Irán

Los juegos alivian, pero no curan los traumas infantiles del seísmo en Irán

EFE

Teherán/Sarpul Zahab —

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Los cuentos, las canciones y los juegos distraen solo por unos instantes a los niños afectados por el terremoto que sacudió hace diez días el oeste de Irán, y pone de relieve la falta de psicólogos y expertos para curar sus traumas.

Mientras se desarrollaban las operaciones de rescate de posibles supervivientes entre los escombros o de reparto de alimentos y agua, la prioridad en la primera semana tras el seísmo, muchos niños pasaron sin la atención necesaria por esta trágica situación.

“Tengo mucho miedo y pesadillas, no duermo nada por la noche porque siento que en cada instante va a haber réplicas”, dijo a Efe Rosta, de 12 años, quien perdió su casa en el seísmo y se aloja temporalmente en una tienda de campaña compartida por tres familias en la localidad más afectada, Sarpul Zahab, donde murieron 387 personas.

Más grave es el estado de aquellos que perdieron a sus padres y duermen por la noche solos o con conocidos o familiares lejanos. Están muy callados y su mirada revela una profunda tristeza y miedo desde el terremoto, que causó más de 430 muertos y 10.000 heridos.

La responsable del Instituto para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes de la provincia de Kermanshah, epicentro del terremoto, Mahnaz Fatahí, explicó a Efe que los menores “no pueden comprender el motivo por el que han perdido a sus familias y sus casas”.

“La mayoría llora, se sienten muy solos, realmente necesitan a alguien que les calme”, dijo Fatahí, cuya organización gubernamental se está encargando de apoyar a los niños afectados por el seísmo, de 7,3 grados en la escala Richter.

Esta mujer lamentó que los esfuerzos no son suficientes y subrayó la notable “ausencia de psicólogos y asesores para los niños”.

Los equipos de la Fundación se desplazaron a las poblaciones damnificadas por el terremoto, como Sarpul Zahab, un día después del siniestro, con librerías ambulantes y juguetes para otorgar algún entretenimiento a los pequeños.

“Hemos regalado libros y nos hemos presentado allí para cantarles canciones y contarles cuentos. También hemos organizado juegos y les hemos pedido que nos dibujen sus deseos”, detalló Fatahí.

Decenas de niños se acercaron al coche ambulante del Instituto para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes en Sarpul Zahab, donde tres de los miembros de la organización celebraron un concurso.

Los ganadores eran premiados con libros y muñecas, una de las cuales recayó en Rosta. Al haber perdido todos sus juguetes en el terremoto, la niña se contentaba por tener algo.

Sin embargo, esta distracción y alegría es solo temporal.

Otro de los participantes en el concurso, Sogand, de 13 años, se lamentó a Efe de su situación, aunque agradeció que su familia más cercana se encuentre bien y que solo su padre sufriera la rotura de una pierna.

“Estamos desplazados, en el terremoto perdimos todo, ahora somos pobres y nuestra casa esta totalmente destruida”, dijo Sogand.

Más de 30.000 viviendas han quedado destruidas o dañadas. Las labores de reconstrucción y las operaciones para dar alojamiento temporal a las familias damnificadas van a contrarreloj debido a la llegada de las lluvias y del frío del invierno.

Entretanto, los niños van a seguir recibiendo juguetes y libros, según la responsable del Instituto para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes, quien consideró, no obstante, que ahora que la situación está más tranquila en la zona es el momento de dar “más ayuda psicológica”.

En opinión de Fatahí, los niños “más que nada necesitan apoyo y ayuda moral y psicológica, a alguien que les abrace, consuele y explique la muerte”.

Artemis Razmipour

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