Los medios invisibilizan la complejidad social de la prostitución

Los medios de comunicación tienden a invisibilizar el contexto social, político, económico y las desigualdades de género que hacen posible la prostitución y a menudo el sensacionalismo, el sexismo y los estereotipos dan una visión sesgada de las mujeres que ejercen esta actividad sexual.

Éstas son algunas de las reflexiones de un grupo de trabajo, impulsado por la Agencia ABITS del Ayuntamiento de Barcelona y la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña, que hoy ha presentado en Barcelona un manual de recomendaciones para los medios de comunicación sobre el tratamiento de la prostitución y el tráfico de seres humanos con finalidad de explotación sexual.

El grupo de trabajo, en el que han participado expertos y profesionales de varios medios de comunicación, entre ellos de la Agencia Efe, ha constatado que generalmente el foco mediático de la prostitución recae en las mujeres que la ejercen sin mostrar a otros actores de esta actividad, como los hombres que la hacen posible con su demanda o las personas que se lucran de ella.

Tras un análisis de 416 noticias sobre prostitución publicadas en la prensa entre 2008 y 2012, el grupo de trabajo constató que los medios reproducen los estereotipos que estigmatizan a las mujeres que ejercen la prostitución, que normalmente son tratadas como sujetos pasivos, sin voz ni autoridad, y muchas veces sin respetar su derecho a la imagen.

Según ha explicado la directora del Programa de la Mujer del Ayuntamiento de Barcelona, Bárbara Melenchón, también es frecuente que las informaciones periodísticas, muchas veces rozando el sensacionalismo, vinculen a las mujeres con la delincuencia, la inseguridad ciudadana o la exclusión social.

Para contrarrestar esta situación, el grupo de trabajo, con el apoyo del Colegio de Periodistas de Cataluña, ha elaborado una serie de recomendaciones para que los medios aborden el fenómeno de la prostitución en toda su complejidad social.

Entre otras cosas, debería diferenciarse entre la prostitución ejercida voluntariamente y el tráfico de seres humanos con finalidad de explotación sexual, o prostitución forzada.

Otra recomendación es sacar del foco mediático a las mujeres y ponerlo en las personas que se lucran o delinquen y en los usuarios con el fin de respetar la dignidad y la libertad de las mujeres, que podrían resultar doblemente victimizadas.

“Evitar la reproducción de mitos y estereotipos; no banalizar ni hacer sensacionalismo o apología en torno a la prostitución; y no relacionar la prostitución con la delincuencia, el incivismo y la inseguridad” son algunas de las recomendaciones que figuran en el manual, ha destacado Melenchón.

El manual recomienda a los periodistas que utilicen fuentes de información especializadas y den voz a las mujeres que ejercen la prostitución, siempre respetando su derecho a su imagen e identidad.

Igualmente, aconseja hacer un uso no sexista del lenguaje e impulsar la investigación sobre el fenómeno de la prostitución.

El manual incluye un glosario de conceptos habitualmente utilizados cuando se habla o escribe de prostitución y recomienda, entre otras cosas, evitar el uso de términos como “puta”, “prostituta”, “meretriz” o “chica de alterne” y utilizar mejor el de “mujer que ejerce la prostitución” o “mujer en situación de prostitución o de explotación sexual”.

La concejal de Mujer y Derechos Civiles del Ayuntamiento de Barcelona, Francina Vila, ha deseado que el manual “no se quede en un protocolo de buenas intenciones y se incorpore al ideario de los periodistas” y que los medios reflejen que “en el entorno de la prostitución hay situaciones de desigualdad”.