Los países mediterráneos quieren convertirse en una gran plataforma económica mundial

Los líderes económicos del Mediterráneo, reunidos esta semana en Barcelona, han apostado por hacer del Mediterráneo una gran plataforma económica mundial que pueda competir en un mundo global.

Hoy se ha inaugurado la VIII Semana Mediterránea de Líderes Económicos, organizada por la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (Ascame) y la Cámara de Comercio de Barcelona y que cuenta, además, con la colaboración de la Unión por el Mediterráneo (UpM), que durante tres días reúne en Barcelona a 1.200 empresarios y líderes económicos de la zona.

El coordinador de la Semana Mediterránea de Líderes Económicos y de Ascame, Anwar Zibaoui, ha destacado la necesidad de crear oportunidades de cooperación económica a ambas orillas del Mediterráneo y ha apostado por hacer del Mediterráneo una “gran plataforma económica mundial” capaz de competir en un mundo global.

El presidente de Ascame, Mohamed Choucair, ha mencionado la importancia de los partenariados público-privados para el desarrollo de la zona.

Para Choucair, el alto índice de paro, “endémico” en algunas zonas, hace que haya que huir de soluciones “facilonas” y ha mencionado como “objetivos claros” afrontar el problema del desempleo, la reconstrucción y la seguridad de la zona y el impulso de la economía.

El presidente del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), Senén Florensa, ha apostado por crear un Magreb más unido y que se produzca una verdadera “cooperación” entre el norte y el sur del Mediterráneo, y ha destacado que ciudadanos de algunos países del sur han dado “pasos al frente” con reformas y revoluciones.

Ha insistido en la “complementariedad” entre norte y sur en aspectos como la demografía, la energía o el turismo.

Además, Florensa ha apostado por relanzar el llamado Proceso de Barcelona, que el año que viene cumple su 20 aniversario, ya que considera que sigue sirviendo para construir alrededor del mediterráneo una zona de paz y estabilidad y un proceso económico compartido.

Sin embargo, otro de los asistentes, el presidente de Businessmed, la asociación mediterránea de patronales, Jacques Sarraf, ha dicho que “necesitamos otra nueva hoja de ruta”, una nueva “verdadera asociación” y que “nuestros socios nos apoyen en la paz”, además de insistir en que Europa “tiene que actuar” ante lo que está pasando en Siria o en Líbano.

El secretario general de la Unión por el Mediterráneo, Claudio Cortese, ha propuesto realizar “acciones concretas” para favorecer los proyectos que impulsen el bienestar del Mediterráneo.

Ha destacado el “gran potencial” para el crecimiento económico de la zona, con una población joven y educada, abundantes recursos naturales y un importante mercado de consumo, y ha pedido también que se luche por el desempleo y la promoción de la integración económica regional en el sur.

El secretario de Exteriores de la Generalitat, Roger Albinyana, ha apostado por “volver a poner el Mediterráneo en el centro” y ha dicho que falta una unión política y económica por el Mediterráneo.

También ha apuntado que la Generalitat va a presentar el Plan Marruecos 2014-2017 para consolidar la relación entre Marruecos y Cataluña, en la que también quieren incluir a Túnez.

El ministro de Turismo de Líbano, Michel Pharaon, ha destacado la necesidad de consolidar la democracia para superar la violencia de la región y conservar el “modelo libanés”, basado en la tolerancia y el respeto a las minorías.