Las mujeres son las primeras en acudir a la mediación y pedir el divorcio

Las mujeres toman más la iniciativa que los hombres para acudir a un servicio de mediación o pedir el divorcio, según la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF).

Esta organización, que reivindica la declaración del 21 de enero como Día Europeo de la Mediación, ha elaborado un estudio sobre los veinticinco años de su programa de mediación familiar para poner en valor esta vía de resolución de conflictos en España.

En un cuarto de siglo, en la UNAF han sido atendidas 2.589 familias, alcanzado a casi 8.900 personas.

A principios de la década de los noventa, prevalecía en la sociedad española un modelo de familia tradicional de tipo autoritario y jerarquizado, las rupturas matrimoniales tendían a generar conflicto y había un desconocimiento sobre la mediación como recurso para gestionar esas rupturas matrimoniales.

La presidenta de la UNAF, Ascensión Iglesias, considera que el panorama familiar ha cambiado mucho en los últimos veinticinco años, aunque afirma que la ciudadanía todavía no conoce suficientemente la mediación y reclama un mayor impulso a la difusión y sensibilización sobre esta vía alternativa de resolución de conflictos sin necesidad de intervención judicial.

Las mujeres representan más del doble que los hombres en las llamadas telefónicas que solicitan información sobre la mediación, lo que está relacionado con las estadísticas en los procesos de ruptura de las relaciones, decisión adoptada en mayor medida por las mujeres.

En 2014, se solicitaron en España 99.882 divorcios, la mayoría de mutuo acuerdo entre las parejas (56,4 por ciento), si bien el 27,6 por ciento de las solicitudes de divorcio individuales fueron planteadas por mujeres, frente al 16 por ciento que fueron hechas por hombres.

De las más de 5.000 solicitudes de separación de 2014, la mayoría fueron formuladas conjuntamente (64,9 por ciento) y las individuales fueron realizadas en mayor medida por mujeres que por hombres (25,8 por ciento y 9,4 por ciento, respectivamente).

En los primeros años del servicio de mediación familiar, eran fundamentalmente mujeres solas las que acudían a la primera visita, pero con el paso del tiempo se han involucrado mayoritariamente ambos miembros de la pareja.

La investigación refleja la pérdida de peso del matrimonio como vía de formación de las parejas, así como la secularización del matrimonio y la drástica reducción de los matrimonios canónicos, que han pasado del 95,5 por ciento en 1980 al 37 por ciento en 2012.

Las parejas en proceso de ruptura que acuden al servicio de mediación familiar tienen un promedio de trece años de convivencia.

El informe revela que las tres motivaciones principales en los procesos de separación son “los problemas de comunicación entre los miembros de la pareja”, “las diferencias en la forma de entender o ver la vida” y los conflictos derivados de la “ausencia de demostraciones afectivas”.

La mediación disminuye la conflictividad en la familia y reduce tanto los costes económicos como el tiempo de resolución de una ruptura, que oscila entre las seis y las nueve semanas.