Unas 80.000 personas participan en festividades del Orgullo Gay en Bruselas

Alrededor de 80.000 personas, según la policía, desafiaron a la lluvia y participaron hoy en las fiestas para conmemorar el Orgullo Gay en Bruselas, un festival que este año celebra su vigésima edición en la capital belga.

Uno de los platos fuertes de la “Belgian Pride” fue el desfile de carrozas, cada una de ellas decorada con uno de los colores del arcoiris, y al que asistieron representantes políticos.

Este día grande de celebraciones estuvo precedido el 1 de mayo por el homenaje a los 20 años que cumplen las fiestas del Orgullo Gay en Bruselas a cargo del modisto francés Jean-Paul Gaultier.

Entonces, la estatua del Manneken Pis, uno de los principales símbolos de Bruselas que representa a un niño orinando, lució un traje diseñado por Gaultier consistente en una falda escocesa en negro, una camisa de rayas y un casco también negro con cuernos para subrayar el aire rebelde del pequeño bruselense.

Los organizadores del evento recordaron hoy la dimensión política de la celebración y el hecho de que se trate de “una manifestación contra la homofobia, la lesbofobia y la transfobia”.

“Esta es la fiesta de la diversidad y la igualdad, y nosotros estamos orgullosos de desfilar para demostrarlo”, dijeron el presidente de la asociación The Belgian Pride, Chille Deman, y el organizador del evento, Alan De Bruyne.

Destacaron que, con ocasión del vigésimo aniversario, han hecho balance de “hasta qué punto es increíble” todo lo logrado, “a pesar de que subsisten bastantes desigualdades en el plano social y jurídico” para la comunidad homosexual.

En concreto, hicieron alusión al caso del Ihsane Jarfi, asesinado por motivos de homofobia en la región de Lieja (este del país) en 2012.

Asimismo, pidieron “una verdadera reflexión de fondo sobre la condición de las personas transgénero” en Bélgica, donde, insistieron, la ley no reconoce plenamente sus derechos.

En ese contexto, Deman y De Bruyne recordaron que el Gobierno belga se ha comprometido a renovar el plan interfederal contra la homofobia que concluyó a finales del pasado año.

“Esperamos que se atenga a su promesa y pedimos que ese plan finalmente entre en vigor”, algo que consideraron que sólo ocurrirá si “se invierten los medios para poner en práctica las acciones prometidas”.