Tres acciones simultáneas de Greenpeace señalan a las eléctricas por la generación de contaminación
Tres acciones simultáneas en las sedes de las principales eléctricas de España. A primera hora de este jueves, la organización Greenpeace ha ocupado los edificios de Endesa, Gas Natural-Fenosa e Iberdrola en Madrid, Barcelona y Bilbao. LLevaban el mensaje “ellos contaminan, tú pagas”.
Recién amanecido, los grupos de activistas regalaban a las empresas unos mil globos negros a modo de recordatorio sobre las emisiones de gases de efecto invernadero que conlleva el modelo de producción energética. En Madrid, al tiempo que una treintena de personas entraba en el vestíbulo de Endesa, otro equipo de escaladores se disponía a tratar de subir por la fachada trasera del edificio.
Tras unos breves momentos de tensión con los miembros de la seguridad privada de Endesa, los activistas de a pie, con una mascarilla antipolución, han conseguido afirmarse como un escudo protector mientras los escaladores, vestidos con monos rojos y cascos, preparaban el equipo para ascender por la estructura de acero y cristal. El reguero de trabajadores de la empresa que iba llegando iba deteniéndose ante la protesta para tomar sus propias fotos antes de acceder, problema ninguno, a su puesto. Maniobras parecidas se llevaban a cabo en Bilbao y Barcelona, cuyos edificios son aún más complicados de ascender.
45 minutos después de iniciar la acción en la capital, los escaladores estaban ya colgados en mitad de la pared exterior al tiempo que comenzaban a llegar unidades de la Policía Nacional. Al pie de la escalada, una pancarta repetía: “Endesa contamina, tú pagas”. En la altura, el cartel amarillo repetía el lema.
A las 9.30, ya eran cinco vehículos de policía los que se habían desplegado en las inmediaciones y, una vez montado su dispositivo, los agentes se han llevado a los activistas de a pie para despejar la base del edificio. Sin embargo, ya era tarde para impedir la ascensión de los de Greenpeace. Una escalada laboriosa que ha llevado más de dos horas antes de empezar a desenrollar la pancarta protagonista, colgada de lado a lado de cara posterior de la sede de Endesa.
Las acciones están incrustadas en una campaña denominada Breakfree que trata de hacer ver la necesidad de abandonar el sistema de producción de energía a base de quemar combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas.
