Los votos que la basura ha removido en Gipuzkoa

La implantación del controvertido sistema de recogida selectiva “puerta a puerta” en Gipuzkoa ha sido un gran empeño de Bildu en esta legislatura. Lo puso en marcha en más de una veintena de pueblos en los que gobernaba y casi en la mitad de ellos perdió ayer las elecciones en favor del PNV y el PSE.

La coalición independentista se estrenó con el PaP en Usurbil, Hernani, Oiartzun y Antzuola, feudos de la izquierda abertzale donde no se vivió la fuerte contestación que sí se dio en otros, como Arrasate y Tolosa, donde finalmente no se instaló este modelo de gestión de las basuras y donde ayer ganó los comicios el PNV, en el segundo municipio con mayoría absoluta.

El polémico sistema sí se introdujo en Pasaia pese a la oposición de una parte significativa de los vecinos, que comenzaron a colocar bolsas de basura en ventanas y balcones como medida de protesta.

Un decorado urbano que se ha repetido en otros muchos lugares en estos cuatro años y que ha convivido con el de los postes y ganchos con cubos y bolsas en los que, según el día, los vecinos deben depositar el papel, los envases, los desechos orgánicos y la llamada fracción resto, es decir, la basura que no se puede reciclar.

En Pasaia, EH Bildu ha perdido 4 de los 8 concejales que le dieron la Alcaldía en 2011, mientras que PSE y PNV han sumado 2 cada uno y han empatado a 5 ediles, aunque los socialistas han sido los más votados.

Pasaia, localidad portuaria de 16.000 habitantes, es el único municipio del “puerta a puerta” en el que ha ganado la formación de Idoia Mendia. Es el PNV el que se ha hecho con nueve municipios, tres de ellos con mayoría absoluta: Lazkao, Irura y Azkoitia.

Los dos últimos son algunos de pueblos donde las plataformas “anti puerta a puerta” organizaron consultas ciudadanas ante la negativa de los gobiernos municipales a tratar un asunto a priori innegociable para Bildu, que pronto vio que iba a ser imposible trasladar el modelo a un pueblo turístico como Zarautz y que nunca planteó en voz alta la posibilidad de su implantación en San Sebastián.

Se ha visto obligado incluso en dar marcha atrás en localidades como Deba, Elgeta y Mutriku, donde celebró sus propias consultas y aceptó la negativa de los vecinos.

El primer pueblo en celebrar una consulta organizada por las plataformas contrarias al PaP fue Legazpi, donde se estableció finalmente un sistema mixto de recogida y donde ayer los electores dieron la victoria al los jeltzales.

En Ordizia, Irura, Villabona y Azkoitia, que también acogieron referendos, ha ganado el PNV, al igual que en Bergara, donde EH Bildu ha pasado de 4.356 votos (sumados los obtenidos por Aralar en 2011) a 2.835.

El Partido Nacionalista Vasco ha sido el más votado en otros municipios con “puerta a puerta”, como Lezo y en Eskoriatza, ayuntamiento en el que esta formación tenía un concejal y ahora se ha puesto a la cabeza con 5.

En Zizurkil y Anoeta también se celebraron consultas y los electores volvieron a dar ayer su respaldo a Bildu, de la misma forma que lo han hecho otros municipios con “puerta a puerta”, como Itsasondo, Zaldibia, Ibarra, Legorreta, Zizurkil, Oñati, Alegia y Astigarra, donde la ventaja sobre el PNV ha sido de 17 votos.

El PNV, que como el resto de partidos de la oposición es partidario de la implantación del quinto contenedor para recoger la basura orgánica, ha obtenido mayoría absoluta en Zestoa, el municipio en el que se encuentra la cantera de Osinbeltz, elegida por Bildu para instalar el depósito de residuos inertes, la materia imposible de reciclar.

Un depósito que los miembros de la oposición aseguran que se trataría de un vertedero para alojar unos residuos que ellos habían planteado quemar en la incineradora que Bildu paralizó, un proyecto que, dado el cambio en la relación de fuerzas en las Juntas Generales, podría volver a estar encima de la mesa en los próximos meses o semanas.