Juan Ramírez Pérez: toda una vida entre junco y lino

Juan Ramírez Pérez en la Feria de Artesanía Pinolere / Esterlicia Sicilia

Esterlicia Sicilia

La Orotava —

Maestro artesano originario de Santa Lucia de Tirajana (Gran Canaria), Juan Ramírez Pérez sigue creando a sus 82 de edad cestería tradicional. Sus creaciones están hechas con diversos elementos, especialmente con fibra de junco que él mismo cosecha, anea, paja de centeno que se crea en los charcos de agua dulce de los barrancos, y el lino que cultiva en la huertas cercanas a su vivienda.

Según explica este artesano, el junco se deja secar bien dos meses al sol, se le quitan las semillas para volver a plantar con ellas, y con el tallo fabrica taños y balayos (cestas) que cose con tomiza, una especie de cuerda hecha de hoja de palmera blanca.

Este artesano cuenta que ya desde la escuela se sentía atraído por los trabajos hechos a mano. Su abuelo hacia arados en madera, y él comenzó en la carpintería pero a raíz de un accidente en una mano cogió miedo y empezó entonces con la cesteria. Aprendió de forma autodidacta, observando a su abuelo, y creando y probando hasta que los resultados le parecían los adecuados en función a los objetos que observaba.

Juan Ramírez realizó para el museo de Fataga, en Gran Canaria, reproducciones para la exposición denominada El mundo aborigen. Además es autor de la reconstrucción de taños del Museo de la Fortaleza y del Museo Canario, donde observó los trabajos aborígenes y aprendió a reproducir balayos, taños, y la vestimenta de los antiguos canarios. También ha realizado reproducciones de tamalcos donde se envolvía a los muertos.

En 2006, obtuvo el primer premio en el II Certamen Internacional de Cestería Tradicional y de Diseño Pinolere, convocado por la Aociación Pinolere Proyecto Cultural del municipio tinerfeño de La Orotava y que contó con la participación de artesanos de 32 paises. Con dos piezas características de su producción, un taño y un balayo confeccionados con junco y anea, Ramírez recibió el premio en la modalidad de cestería tradicional.

Después de unas cuantas décadas, este artesano sigue participando en ferias para exponer sus productos, y vende también en su propia casa, donde llegan, según relata, turistas y grupos de colegios para conocer su taller y su obra.

Cuando se le pregunta por la situación de la artesanía tradicional y su futuro responde “esto se pierde”, y sugiere hacerla llegar a los colegios y enseñarla en las escuelas para que no desaparezca.

Comenta Ramírez que él es el único artesano que todavía trabaja el junco y la anea de manera tradicional, “en mimbre y caña sí hay artesanos, pero esto necesita dedicarle muchas horas de trabajo y no se gana para comer”, dice.

El pasado domingo su trabajo fue reconocido junto a otras seis artesanas en el homenaje a siete grandes maestros artesanos de Canarias que tuvo lugar en la Feria de Artesanía Pinolere de La Orotava.

Las otras homenajeadas son Benita Acosta Rodríguez, artesana de palma y palmito de la isla de Fuerteventura; María Rosario Armas Hernández, alfarera de Lanzarote; Candelaria Gorrrín Dorta, creadora de sombreros de palma de Tenerife; Rosario Álvarez, tejedora de lino de La Palma; Maura Padrón Acosta, tejedora de lana de la isla de El Hierro; y Lucrecia Amaya Ramos, tejedora de traperas de La Gomera.

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