Ratificado el despido de un profesor pederasta de Tenerife por incitar a sus alumnos a hacer nudismo

Imagen de archivo del patio de un colegio.

Noé Ramón

Los Realejos —

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha dado la razón a la dirección de uno de los colegios de La Pureza de María por despedir a un profesor acusado, entre otros hechos, de haber llevado a un grupo de alumnos a la playa de Las Gaviotas de Santa Cruz e instarles a practicar el nudismo.

Los hechos tuvieron lugar el 5 de agosto de 2014 cuando el docente, que ya había sido condenado cuatro años antes por corrupción de menores, trasladó a los escolares de entre 10 y 11 años a esta playa en su coche particular, pese a que a los padres les había asegurado que irían a Las Teresitas. La excusa es que querían apoyar a un compañero que había perdido a sus padres, pero que en realidad ni siquiera fue a la excursión. Una vez en la playa entró en el agua y se quitó el bañador e instó a los demás a que lo hicieran. Como uno de los menores se negó utilizó a los demás para presionarle.

Posteriormente, los llevó a su casa y les invitó a que se ducharan, momento en el que entró en el baño diciendo que iba a recoger al gato. Los responsables del centro educativo aseguran que en reiteradas ocasiones le recordaron al profesor que no está permitido tener contacto con el alumnado fuera del colegio. Pese a lo cual se reunió con varios de ellos fuera del horario de clases para jugar a la play station on line, entre otras actividades.

A todo ello, se unen más hechos como hacer preguntas sobre si se masturbaban o si ya les había salido pelo en las axilas. Igualmente, les instó a mentir sobre el vínculo que les unía diciendo que eran primos o a no dijeran a los padres a la playa a la que habían ido o promover conversaciones sobre sexualidad que alarmaron a los progenitores.

Por ejemplo, les explicó “con detalle” lo que es la pornografía y les enseñó de forma gráfica como es masturbarse usando la expresión “hacerse una paja”. Términos que los responsables del colegio consideran inapropiados, no sólo por edad, sino por su contenido ya que los alumnos aún no habían sido iniciados en estas materia, “lo que ha generado desconcierto, temor y vulnerabilidad, efectos contrarios a los objetivos educativos”.

Además, el profesor indujo a los escolares a ocultar los hechos para que no se le acusara de favoritismo frente a los demás o de que fueran objeto de envidias.

“Resulta, por tanto, que se ha producido no sólo una infracción de la línea educativa del Centro de forma grave, impidiendo el cumplimiento de los objetivos del titular en el desarrollo del proyecto educativo, sino que ha incurrido en un grave abuso de confianza en su acción docente sobrepasando los límites de su función tutorial”, indica el fallo.

Los responsables del colegio religioso, acusan al docente de haberle trasladado a las familias que estas actividades formaban parte de su oferta como centro educativo para dar verosimilitud a su engaño, y obtener autorización para llevarse consigo a sus hijos, incluso a su domicilio personal.

Para la dirección todo ello supone “una contradicción muy grave con los valores, la visión y la misión de nuestro centro, que son las señas de identidad y objetivos del Proyecto Educativo, perfectamente definidos en los documentos institucionales”. Por esta razón consideran que los alumnos han visto “gravemente afectada su confianza en la figura de un educador”.

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