CRÍTICA DE CINE

'Homo homini lupus'

Fotograma del filme realizado por Stephan Rick

Fer D. Padilla

Santa Cruz de Tenerife —

- Título: La cara oculta de la luna (Die dunkle Seite des Mondes), 2015

- Dirección: Stephan Rick

- Guión: Catharina Junk, David Marconi, Stephan Rick (basado en la novela de Martin Suter)

- Reparto: Moritz Bleibtreu, Jürgen Prochnow, Nora von Waldstätten, André Hennicke, Nino Porzio, Doris Schretzmayer

Absoluta maldad y violencia es la perfecta descripción que podemos realizar de esta producción alemana que, tras dos años, consigue estrenarse en nuestro país. La cara oculta de la luna es el nuevo trabajo del director Stephan Rick, quien ya dejara ver su faceta cruda y descarnada en producciones como The good neighbour (2011).

No perderemos tiempo en avisar del salvajismo de esta trama, sensible a los ojos políticamente correctos de este siglo XXI. Por ello, debemos recordar a los espectadores que no encajen el dolor real y la agresividad contra personas y animales el abstenerse de su visionado, ya que la intención de la película, en todo momento, es la de plasmar cuanto más realmente mejor esa capacidad de daño que podemos llegar a ocasionar físicamente a otros.

Es un objetivo que en el plano visual se alcanza perfectamente y que, por otro lado, se enmarca en un guión completamente incoherente y fantástico. Ese es el gran defecto del filme: la poca credibilidad que tiene el manejo de una historia muy bien interpretada por Mauritz Bleibtreu, actor germano a quien podemos recordar por su trabajo en Corre Lola, corre (Tom Tykwer, 1998) y en El experimento (Oliver Hirschbiegel, 2001), o ejerciendo papeles secundarios en películas como la Munich de Spielberg.

De la posibilidad de creernos o no el personaje y su historia dependerá que querramos pasar más de quince minutos delante de la pantalla viendo o no esta diabólica parábola sobre empresarios tiburones a los que no les importa nada ni nadie más que sí mismos y sus propias cuentas bancarias.

Siguiendo esta breve indicación, queda claro que La cara oculta de la luna naufraga en cuanto a lo increíble de su transcurso. No se explica que se gaste tanta cinta y argumento en torno a una hipótesis que, partiendo de la fantasía absurda e ignorante de una motivación completamente anormal, desemboque claramente en una huida hacia adelante simplemente con el objeto de justificar el capricho violento de la adaptación de su escrito.

Podemos rescatar y lo hacemos con gusto los papeles femeninos de la producción, interpretados por Nora von Waldstätten (La condesa, Personal Shopper) y Doris Schretzmayer (Las joyas de la familia, Qué hacer en caso de incendio). Caracterizada por su bondad e inocencia, esta representación de la mujer significa indudablemente otra clara reivindicación moral frente al bestialismo del hombre.

Ejecutada con gran acierto en el terreno técnico, La cara oculta de la luna nos regala en ocasiones muy bellos planos en los que, tanto el trabajo de Stephen Rick como la fotografía de Stefan Ciupek (Slumdog millionaire, Anticristo) y Felix Cramer, consiguen transportar la ya acostumbrada frialdad de la cinematografía alemana moderna a un momento y mensaje tan atemporal como el que encabeza esta crítica: que por muy avanzados que nos creamos como especie, el hombre siempre seguirá siendo un lobo para el hombre.

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