Canarias tiene vivienda nueva sin vender que daría techo a toda la población de La Palma
La Comunidad Autónoma de Canarias aún posee huellas de todas las formas y colores de lo que supuso el estallido de la burbuja inmobiliaria en la islas, donde el sector de la construcción, al menos hasta finales de 2008, crecía y crecía sin que pareciera que esa escalada tuviera fin.
Una de las huellas de ese caos es, sin duda, el patrimonio de viviendas nuevas sin vender que al cierre de 2016, a fecha de 31 de diciembre, aún quedaban en el archiiélago. La cifra absoluta, según los últimos registros oficiales, en este caso del Ministerio de Fomento, alcanza las 28.928 unidades. Con todos estos inmuebles residenciales, en Canarias se podría dar techo o cobijo, según un promedio de tres moradores por casa, a toda la población residente actual, la de derecho, en la isla de La Palma, que, según el último padrón municipal (2016), es de 81.500 personas.
La situación expuesta representa una de las consecuencias de la burbuja inmobiliaria en el archipiélago y del bombazo posterior que dio la construcción, algo que no es exclusivo de Canarias, como se podrá ver en los cuadros que se adjuntan, pero que sí convierte a las islas en otro de los espacios comunes del país en el que se exhibe con nitidez la paradoja de que hay viviendas sin habitar y disponibles, casi todas las que se quieran, pero a la vez hay muchas personas no tienen un techo bajo el que guarecerse.
Del año 2015 al 2016, en Canarias solo se redujo el stock de viviendas nuevas sin vender en el 2,74%, con el 5,88% del parque nacional de estos inmuebles (491.693 y un descenso respecto a 2015 de 22.155 en todo el país), siempre según la información publicada por el citado Ministerio, y con el 2,76% del parque total de viviendas de Canarias. Con ese registro relativo, el archipiélago se sitúa en el quinto puesto de las comunidades autónomas que más vivienda nueva sin vender aportan al global nacional.
Si se recurre al análisis por provincias canarias, lo primero que se advierte es que el problema es más agudo en Santa Cruz de Tenerife, con 14.828 viviendas en stock de las 28.928 de Canarias en 2016. En este caso, la cifra se redujo el 3,27% en relación con el año anterior, lo que supuso que la aportación tinerfeña al global del país se quedara en el 3,02%.
En la provincia de Las Palmas, la situación es algo mejor, pero solo un poco. Con un stock de 14.100 inmuebles, solo quitó de la lista 313 en el último año, con una caída del 2,17% en 12 meses. Las Palmas aporta a la cifra española el 2,87% de las viviendas nuevas que en el país no consiguen compradores.
En el último quinquenio (2012-2016), la Comunidad Autónoma de Canarias solo ha rebajado su parque de viviendas nuevas sin vender en 5.285 unidades, esto es, el 15%. Si se mantuviera en adelante la misma velocidad en la disminución del stock, no se acabaría con la sobreoferta isleña hasta aproximadamente el año 2040; es decir, hasta dentro de unos 25 años.
La situación en el país y por comunidades autónomas
En España, a fecha de 31 de diciembre y según los registros oficiales a los que ya se ha hecho mención, hay 491.693 viviendas nuevas sin vender, un valor absoluto que está por debajo del medio millón por primera vez desde 2007 (con casi 414.000 unidades, justo en el ejercicio anterior al año del estallido de la crisis económica), o sea, desde hace diez años. El año 2016 se cerró con un stock de 22.155 casas sin comercializar menos, lo que representó una reducción del 4,31% respecto al umbral de 2015.
El efecto de la burbuja inmobiliaria ha sido demoledor en este segmento de la construcción y, de mantenerse aquel ritmo anual de descenso del parque de viviendas sin vender (en torno a 20.000 unidades por año para todo el país), a España aún le quedarían 25 años para erradicar este problema o para encontrarse con el equilibrio, con el valor cero.
En el año 2016, siempre según los datos publicados por el Ministerio de Fomento, el stock se aminoró en apenas 22.000 viviendas, pero es que desde hace ocho años, cuando se dio el dato máximo de unas 650.000 viviendas nuevas sin comercializar (2009), el parque de residencias de este tipo solo ha adelgazado en unas 160.000.
Atendiendo a un análisis por comunidades autónomas y según las estadísticas del año pasado, Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía acumulan la mitad del stock nacional, con Madrid en el cuarto lugar del ranking.
En cambio, el mayor peso relativo sobre el parque total disponible de viviendas corresponde a los territorios autonómicos de La Rioja, Castilla-La Mancha y Murcia. Únicamente a tres regiones, Cantabria, Extremadura y Navarra, no les afecta ese problema.
