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El nuevo Son Latinos carece aún del permiso de Costas

Miles de personas en el último festival Son Latinos, celebrado en la playa de Las Vistas, en Arona, en 2003. Efe

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

La celebración de la nueva versión del Son Latinos, el festival que se organizase entre 1998 y 2003 en la tinerfeña playa de Las Vistas, podría no estar tan clara como inicialmente se preveía o, al menos, tendrá que salvar el escollo de las alegaciones presentadas el pasado 10 de junio por la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) al expediente de autorización de este evento musical, que se encuentra hasta este viernes en período de información pública (y, por tanto, el festival no dispone aún de permiso).

De entrada, este colectivo denuncia en el escrito entregado en el Servicio Provincial de Costas de Santa Cruz de Tenerife que el Tenerife Sur de Músicas –que es como se denomina el evento que está previsto que tenga lugar el próximo 30 de agosto– pretende la recuperación del Son Latinos, una actividad que provocó “importantes daños al medio ambiente así como al uso normal de la playa durante varios años”.

Desde ATAN señalan que, aunque le han cambiado la denominación y han “maquillado” la actividad “bajo un manto medioambiental”, la pretensión de realizar este tipo de espectáculo en una playa (“colindante con un área de especial sensibilidad”, puntualizan) puede ser “cualquier cosa menos respetuosa con el medio ambiente, por mucho adorno que se ofrezca”.

“De hecho, el planteamiento es exactamente el mismo de las ediciones celebradas hasta el año 2003: máxima ocupación de la playa, con la intención de superar las 250.000 personas, colocación de escenario e instalaciones complementarias, distribución de kioskos y barras para la dispensación de bebidas, previsión de generación de una importante cantidad de residuos, etc.”, sostienen desde esta organización, que también critica que este tipo de actividades fomenta el consumo de bebidas alcohólicas.

Paralelamente, desde la asociación se refieren al artículo 32.1, de la Ley 22/1988, de Costas, por el que “únicamente se podrá permitir la ocupación del dominio público marítimo-terrestre para aquellas actividades o instalaciones que, por su naturaleza, no puedan tener otra ubicación”. Los casos en los que, agrega ATAN, se puede hacer esa excepción son: “Las actividades o instalaciones que desempeñan una función o prestan un servicio que, por sus características, requiera la ocupación del dominio público marítimo-terrestre”, y “las de servicio público o al público que, por la configuración física del tramo de costa en que resulte necesario su emplazamiento, no puedan ubicarse en los terrenos colindantes con dicho dominio”. Para ambos casos, se debe buscar la mínima ocupación posible. Ante esto, el colectivo que presenta la alegación señala que la solicitud de celebración del festival es incompatible con los preceptos indicados.

Además, en otro escrito, fechado el 30 de junio, ATAN se vuelve a dirigir al Servicio Provincial de Costas de Santa Cruz de Tenerife y le solicita información sobre las reuniones mantenidas entre la Dirección General o Provincial de Costas con los promotores del Tenerife Sur de Músicas u otras administraciones, así como sobre acuerdos alcanzados, toda vez que, aún con el expediente en trámite de información pública, los responsables del evento indicaron en medios de comunicación que Costas había dado el visto bueno para la celebración.

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